LA GARANTÍA DE LAS FUERZAS ARMADAS (¿Dónde vi esto antes?)
Pedirían a militares garantizar los vuelos para evitar de nuevo la suspensión de los vuelos.
El Gobierno amenazó ayer con utilizar personal militar para garantizar la actividad en el aeropuerto internacional de Ezeiza y el aeroparque metropolitano, en una nueva escalada del conflicto planteado con los controladores aéreos. La advertencia partió del ministro de Defensa, Arturo Puricelli, que denunció "un boicot generalizado al desarrollo normal del tránsito aéreo" y responsabilizó a la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA), que conduce el ex funcionario kirchnerista Ricardo Cirielli.
En medio del creciente conflicto que desde el fin de semana pasado obligó a suspender vuelos internacionales y regionales en Ezeiza y en Aeroparque, el ministro justificó la decisión de la Presidenta de restituir a la Fuerza Aérea las funciones de control del espacio aéreo que le había quitado hace dos años.
"Es lisa y llanamente un boicot, porque alteran la prestación del servicio sin ninguna razonabilidad", dijo Puricelli al reclamar "responsabilidad social" a Cirielli, que recibió el apoyo del líder de la CGT, Hugo Moyano.
Con ánimo de bajar tensiones y deslindar responsabilidades, el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, de la agrupación juvenil La Cámpora, dijo que "no hay conflicto" en la empresa y atribuyó las cancelaciones de vuelos del fin de semana y de anteanoche a la puja que mantiene Cirielli "por el manejo de la representación gremial de los controladores aéreos".
Más enérgico, Puricelli reveló en declaraciones radiales que el Gobierno estudia "ir habilitando controladores militares, que no puedan ser objeto de ningún tipo de decisión gremial ni se presten a ningún tipo de boicot, para que siempre podamos garantizar el control del espacio aéreo".
La amenaza del ministro llegó horas después del caos vivido anteanoche en Ezeiza, por un nuevo reclamo de los controladores aéreos. En una carta dirigida a Puricelli, Cirielli había denunciado que unos 50 controladores eran "impedidos de ingresar a sus labores por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) mediante un listado confeccionado por la Fuerza Aérea y/o la Administración Nacional de la Aviación Civil (ANAC) por ser referentes sindicales".
El ministro le respondió ayer la nota y afirmó que "no existe ningún listado confeccionado por la Fuerza Aérea o este ministerio, por el cual se impida ingresar a ningún controlador a realizar sus tareas diarias y mucho menos que exista algún tipo de discriminación en función de su condición sindical".
AVIONES EN MOVIMIENTO
En medio de la tensión por el conflicto gremial, ayer la actividad aérea se normalizó, pese a algunos retrasos en los vuelos en Aeroparque, donde cada día despegan entre 250 y 300 aviones. En Ezeiza, hay unos 100 vuelos diarios y la mayor actividad se registra en las últimas horas de la tarde y la noche.
Los pasajeros vivieron, sin embargo, momentos de confusión cuando más de 500 personas participaron de un simulacro de accidente de un avión con pasajeros provenientes del exterior, con gran despliegue, en una pista en desuso.
Puricelli fue el segundo ministro de Cristina Kirchner en reclamar públicamente la desactivación del conflicto, luego de que se restituyó a la Fuerza Aérea las funciones de control aéreo, mediante el decreto 1840/11.
El primero había sido el titular de Trabajo, Carlos Tomada, quien anteanoche se reunió en Ezeiza con el secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi, y el vicepresidente del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos, Alejandro Granados, en medio del conflicto con los controladores, que se negaron a incorporarse a un turno de trabajo.
Puricelli dijo que el personal alegó que no asumió sus tareas por no sentirse bien "física y anímicamente". "Es muy difícil que los doce controladores tengan una situación de condición anímica colectiva. Puede pasarle a uno o a dos. Yo creo que fue un verdadero boicot", declaró el ministro, al asegurar que "la Presidenta no permanece impasible en estos casos".
En fuentes castrenses sorprendió el discurso conciliador del ministro de Defensa hacia el sector militar, lo que se atribuyó a "una razón de necesidad frente al conflicto gremial".
En tanto, un oficial retirado aclaró que, pese a la intención de convocar al personal militar para suplantar a los controladores, hace casi tres años que el país no forma militares especializados en esa tarea, habilitados por la ANAC. "Es una función en la que no se puede improvisar", precisó la fuente..