RANDAZZO ANTICIPÓ AYER EL 24 DE OCTUBRE
Nueva derrota opositora: el kirchnerismo neutraliza las denuncias de fraude
La insólita conferencia de ayer del Ministro del Interior Florencio Randazzo acusando al periodismo -y en particular a Clarín y La Nación- de tergiversar la información sobre los resultados de las primarias, fue la primera señal de la etapa que comenzaría el 24 de octubre, triunfo de CFK mediante. El tono cuidadosamente light de las apariciones públicas de la presidente en las últimas semanas fue desmentido por la irrupción de Randazzo. Ahora hay pocas dudas acerca de las verdaderas intenciones del oficialismo para tomarse revancha de los sectores de la oposición y el periodismo que todavía no fue cooptado por el gobierno. El desafío de Randazzo proclamando que el escrutinio definitivo no sólo confirmó el recuento provisorio sino que incrementó los votos de CFK del 50.7% al 50,24% plantea que las denuncias de fraude fueron totalmente infundadas. Esta realidad no es compatible con las múltiples denuncias que se acumulan sobre las primarias en Buenos Aires. El candidato a gobernador duhaldista Eduardo Amadeo denunció casos de faltantes y sobrantes de votos. Y agregó que, durante el escrutinio realizado por la empresa INDRA junto con el Correo Nacional y bajo la supervisión de la Justicia Electoral, se pudieron detectar las primeras falencias del procedimiento de carga de las mesas, toda vez que la carga de los telegramas se producía en forma tardía en relación a las mesas y muchos de aquellos telegramas, ante el pedido de los fiscales informáticos, no les eran exhibidos so pretexto de que se encontraban archivados. ¿Es posible que el escrutinio de las primarias nacionales cierre impecablemente con el recuento provisorio mientras que en las bonaerenses ocurre lo contrario? La respuesta es, obviamente, no. Es imposible que la primera haya sido transparente y la otra fraudulenta, porque ambas fueron simultáneas. En este punto se agigantan las enormes deficiencias en la fiscalización por parte de la oposición y en la falta de un criterio uniforme. Eduardo Duhalde sería, hoy por hoy, el único candidato opositor que lleva adelante las denuncias, porque Francisco de Narváez le bajó el tono a la cuestión, hablando sólo de irregularidades, y Ricardo Alfonsín le rehúye al tema.
Fue el Fiscal Federal Jorge Di Lello el que puso el dedo en la llaga al opinar que no se deben abrir las urnas porque los apoderados de la oposición “no expresan en qué consisten materialmente los errores y sólo hacen una mención genérica, omitiendo un cabal detalle de las anomalías y posterior demostración”. Entre líneas, Di Lello está dejando en evidencia la falta de precisión de muchas de las denuncias, que sería producto sobre todo de una causa: la oposición no se preparó seriamente para controlar las primarias, partiendo de un cálculo político errado. Los candidatos opositores minimizaron la importancia de una interna donde todos participaban sin competir con nadie y no advirtieron el problema central: que el kirchnerismo iba a convertir el 14 de agosto en una primera vuelta adelantada, reinstalando el “Cristina ya ganó” a partir de una victoria abrumadora.
Esta ingenuidad opositora se complementó con otro factor fatal: los plazos. El sábado vence el plazo para la presentación de listas para la elección general. Ante el riesgo de que entre en crisis el calendario electoral, al Juez Federal de La Plata Manuel Blanco -que anticipó un escrutinio critico- no le quedó otro remedio que rechazar todos los pedidos de abrir las urnas, lo que hubiera extendido unos cuantos días más el escrutinio. Al no abrirse las urnas, obviamente, la determinación de las maniobras de fraude se volvió casi imposible.
Es así que la oposición fue derrotada dos veces en las primarias y en buena medida debido a sus propios errores. Ahora el gobierno exhibirá como carta de triunfo los dos escrutinios, el nacional y el bonaerense.
El aporte de Oyarbide
A todo esto, el Juez Federal Norberto Oyarbide también hizo su propio anticipo a la era que empezaría el 24 de octubre. Ya que prorrogó hoy, por otros 10 días, el secreto de sumario en la causa donde se investiga a los ex apoderados de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, los hermanos Pablo y Sergio Schoklender, por presunta administración fraudulenta y desvío de fondos públicos destinados por el Gobierno a la entidad para la construcción de vivienda sociales.
Fuentes judiciales informaron que la medida fue tomada “en virtud de las medidas de prueba que están en trámite y para asegurar su efectiva conclusión”.
Así, Oyarbide dispuso por tercera vez la prórroga del secreto de sumario en el expediente. En fuentes judiciales opinan que el secreto de sumario, como tantas otras cosas, se prorrogará hasta el 24 de octubre.