SENADO: LOS K APUESTAN A MENEM Y CABANCHIK PARA CONTROLAR TRES COMISIONES.

Son las de Asuntos Constitucionales, Acuerdos y Presupuesto y Hacienda, donde cuenta con sólo seis de quince miembros. Pichetto pedirá cambiar la conformación en la reunión de labor previa a la sesión preparatoria del lunes. Entre propios y aliados, junta 36 votos, justo la mitad del recinto. Y apuesta a nuevos favores de Menem y Cabanchick, generosos con el kirchnerismo el año pasado. Según confiaron a LPO senadores kirchneristas que hablaron con su jefe, si no consigue el objetivo por vía diplomática evaluará hacerlo por los votos en la misma sesión preparatoria o, tal vez, en alguna de las siguientes. Pero para lograrlo necesitará la ayuda de al menos un senador opositor, si es que mantiene el control de 36 bancas como al final del año pasado, cuando cerró con 31 propios y cinco aliados. Las fichas están puestas en Menem y Cabanchik, quienes ayudarían sólo con dar quórum. Cabanchik, un ex Coalición Cívica sin patrón definido desde que se alejó de Carrió, ayudó con su presencia en la última sesión del año pasado y así permitió que el polémico oficial César Milani se convierta en el segundo en jerarquía del ejército. Extraño: en la sesión, fundamentó su voto en contra a ese ascenso. Indignados, sus pares opositores hablaban con sorna de la estrecha relación que forjó con Nicolás Fernández, el senador con mayor llegada a la Casa Rosada y a Cristina Kirchner. Menem fue funcional al kirchnerismo con su ausencia durante casi todas las sesiones que siguieron a aquel zarpazo por las comisiones, mientras seguía de reojo el curso de las causas que lo persiguen por su presidencia. Si repite esa conducta este año, cuando debe definir si repite como candidato en su provincia, le permitirá a los K tener mayoría en el recinto.

El único riesgo de Pichetto es, otra vez, la conducta del misionero Luis Viana, referente del peronismo de su provincia pero sin destino seguro con el kirchnerismo, que apostaría a la reelección del radical K Maurice Closs.

En el Senado creen que en algún momento Viana deberá traducir su descontento en sus votaciones, como tantas veces insinuó que haría el año pasado para finalmente levantar la mano todo el año con asombrosa fidelidad.

Pelea reglamentaria

Las dudas sobre el misionero refuerzan la necesidad de apostar a Menem y Cabanchik, quienes, por otra parte, tienen voz en algunas de las comisiones requeridas por el kirchnerismo.

El ex presidente integra las tres, lo que negoció con la oposición tras faltar a la primera sesión preparatoria; y el porteño está en la de Asuntos Constitucionales.

Es por eso que en el kirchnerismo no hablan de recuperar la mayoría sino de nivelar la composición. Al contar con la presidencia en las tres, tal vez quedar con un voto menos alcanza para un tácito control.

En la oposición ya encontraron un atajo legal para resistir: el artículo 93 del reglamento del Senado dice que los miembros de las comisiones permanentes “permanecerán en ellas hasta la próxima renovación del Senado, de no mediar su renuncia”.

Si la discusión es con libro abierto el kirchnerismo responderá con el artículo 91, que señala que “la designación de los senadores que integrarán las comisiones permanentes, especiales, bicamerales o investigadoras se hará, en lo posible, en forma que los sectores políticos estén representados en la misma proporción que en el seno de la Cámara”.

Es que el Frente para la victoria tiene 6 de los 15 miembros producto de aquella sesión preparatoria de hace un año en la que la oposición reunió los 37 votos que garantizan la mayoría y dispuso a gusto el reparto de vocalías.

El mapa se modificó pronto. Ya en la sesión siguiente la rionegrina María José Bongiorno y la santafesina Roxana Latorre comenzaron a reportar al kirchnerismo y el quórum opositor quedó en el olvido.

Sentadas a la par, pronto se hicieron fieles a cada causa oficial y redujeron el costo que le significó a Pichetto perder a la formoseña Adriana Bortolozzi. Son las que provocaron que el kirchnerismo termine el año con 36 votos fieles, justo la mitad del recinto.

FUENTE: lapoliticaonline