EL GOBIERNO APUESTA A UNA BAJA CONCURRENCIA EN LAS INTERNAS ADELANTADAS DE LA UCR Y EL PERONISMO FEDERAL
Por Alexis Di Capo para el Informador Público
El gobierno está dispuesto a intentar recuperar en marzo la iniciativa que perdió en diciembre pasado en la mala racha que comenzó con las ocupaciones y la violencia y siguió con los cortes de luz, escasez de billetes y la escalada inflacionaria. La mesa chica del kirchnerismo estaría convencida de que la clave está en volver a imponer la agenda social y política como hacía Néstor Kirchner, tapando así los temas donde el gobierno es naturalmente perdedor, como es la seguridad. En esta línea, la presidente estaría decidida, ni bien inaugure las sesiones ordinarias del Congreso el 1 de marzo, a impulsar un proyecto de ley de despenalización del aborto. Confiaría en que tendrá mayoría en las dos cámaras, porque el año pasado, diputados del oficialismo, la UCR, el GEN, la Coalición Cívica y el Socialismo firmaron un proyecto unificado. Esta profundización del rumbo progresista acompañaría el enorme despliegue oficial que se prevé para conmemorar los 35 años del golpe del ‘76 con un record de militares presos y juzgados.
En el terreno electoral, si el 20 de marzo el candidato K a gobernador de Chubut, Carlos Eliceche, venciera al dasnevista Martín Buzzi, la propaganda oficial sostendría que la reelección de CFK es inexorable, como se “demostraría” después con los previsibles triunfos de Juan Manuel Urtubey en Salta el 10 de abril y de Luis Beder Herrera en La Rioja el 29 de mayo. Pero antes, el 13 de marzo, la presidente espera salir del paso sacándose una foto con el radical Eduardo Brizuela del Moral, el casi seguro vencedor en Catamarca.
Pero el gobierno pretende anunciar también otros éxitos resonantes. Por ejemplo, que Juan Carlos Schiaretti acepte la unificación de las elecciones provinciales con las nacionales, tema en el que está trabajando a fondo Juan Carlos Mazzón. En los primeros días del mes entrante también se publicarían cuatro decretos reglamentarios de la ley de reforma política que multiplicarían las polémicas que hoy ya existen acerca de la norma.
Qué hacer con las internas adelantadas
Tanto la UCR -el 30 de abril- como el Peronismo Federal -empieza el 3 de abril en Capital- pretenden tener candidatos presidenciales mucho antes de las primarias del 14 de agosto. Trascendió en los últimos días que en la mesa chica de Olivos no habría unidad de criterios acerca de qué actitud tomar ante estos hechos. Algunos le aconsejarían a la presidente apostar a que la concurrencia a las urnas de los radicales y los disidentes sea baja y luego contragolpear con una campaña mediática sosteniendo que los ganadores de la oposición carecen de una verdadera legitimación popular. Otros, en cambio, opinarían que lo mejor sería aprovechar las debilidades jurídicas de estas internas -que las tienen- para frenarlas en la justicia federal a través de impugnaciones oportunamente interpuestas por terceros. El riesgo de esta opción es que la oposición logre victimizarse denunciando una proscripción digitada por la Casa Rosada. Sea cual fuere el camino que elija, el kirchnerismo no puede permanecer indiferente a que Eduardo Duhalde o Alberto Rodríguez Saá y Ricardo Alfonsín o Ernesto Sanz se exhiban en abril como candidatos ya electos y en plena campaña electoral. Un componente esencial de la estrategia electoral del oficialismo es que las divisiones internas de la oposición se prolonguen lo más posible. Y las internas adelantadas producen el efecto contrario. Es difícil pensar entonces que el kirchnerismo, intervencionista por excelencia, soporte la tentación de entrometerse en el tema.
FUENTE: EL INFORMADOR PÚBLICO