Recrudece el conflicto diplomático entre Argentina y EEUU por el avión militar demorado en Ezeiza.
La tensión entre Argentina y Estados Unidos por la demora de un avión militar en Ezeiza subió de tono, luego de nuevos cruces entre el secretario de Estado adjunto de EEUU para Latinoamérica, Arturo Valenzuela y el canciller Héctor Timerma. "La forma que trataron al personal fue improcedente", aseguró visiblemente molesto el, Arturo Valenzuela. En una entrevista televisiva, el funcionario de EEUU sostuvo que lo "sorprendió que no se hayan conversado las cosas en forma respetuosa", al tiempo que adelantó que el gobierno de EEUU pedirá la "devolución" del material incautado. "Esto se sobredimensionó desgraciadamtente, cuando se debió haber resuelto en forma respetuosa",consideró. Consultado sobre el material incautado por las autoridades argentinas, el funcionario norteamericano sostuvo que "lo que llevan los aviones son una cantidad de equipos que fueron conversados con las autoridades argentinas de antemano", y agregó que "si hubo alguna discrepancia sobre algunas de estas cosas, se debió haber conversado". Asimismo, sostuvo que "no hubo ninguna intención de violar leyes argentinas" por parte de EEUU, al tiempo que afirmó que "lo que se buscaba era la disposición de tener un trabajo conjunto respetuoso constructivo en un tema tan importante como es el tema del rescate de rehenes". Resulta "penoso ver que esta situación, ahora, ha escalado con estas acusaciones totalmente improcedentes", finalizó.
El conflicto diplomático motivó un llamado de Valenzuela al canciller Timerman tras el anuncio del Gobierno de Cristina de Kirchner protestó ante Washington por el "material sensitivo" intervenido en el cargamento. El diplomático se quejó sobre la manera de actuar del gobierno argentino y dijo que en Buenos Aires hubo "acusaciones desmesuradas" en referencia a un comunicado de Cancillería y a algunos twitts de Timerman.
Por su parte, el canciller argentino garantizó que "Argentina está diciendo la verdad". Al mismo tiempo, la cartera a su cargo presentó la carta de protesta del Gobierno ante la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires.
"La nota señala claramente la existencia de material no declarado en el avión de la Fuerza Aérea estadounidense, material que tuvo que ser retenido por las autoridades argentinas", indicó un comunicado oficial.
"Además, en el texto se lamentan las omisiones en la información proporcionada por la Embajada de los Estados Unidos en el momento de declarar el material", agregó.
En medio de la polémica, la Justicia argentina pidió detalles sobre el contenido del cargamento, para determinar si existió un delito.
En tanto, se conoció que la llegada del avión militar la semana pasada en el Aeropuerto de Ezeiza había sido acordada por los dos países a través de un intercambio de cartas y documentos.
El portal BuenosAiresHerald.com publicó una serie de documentos en los que ambos Gobiernos acordaron el ingreso del avión, a fin de "enseñar cómo herir a un delincuente sin matarlo y desde ya, sin poner en peligro la vida del rehén".
Si bien los documentos indican que la llegada del avión estaba pautada, los cruces entre la administración de la presidente Cristina de Kirchner y la de su par Barack Obama, continuaron por el contenido del cargamento.
El juez en lo penal económico Ezequiel Berón de Estrada solicitó a la Aduana un "informe amplio" sobre el cargamento del avión para definir si hubo o no delito por parte de Estados Unidos o la tripulación de la aeronave.
La administración encabezada por Obama citó al embajador argentino en Estados Unidos, Alfredo Chiaradia, para pedir explicaciones por la incautación del material, que iba a entrenar a un grupo de elite de la Policía Federal, pero presentaba material supuestamente no autorizado por el acuerdo con el Gobierno argentino.
Según informaron distintos matutinos porteños, desde el Departamento de Estado se indicó que el vuelo tenía autorización y que el Gobierno de Estados Unidos pretende que le devuelvan "inmediatamente" todo el material incautado en Ezeiza.
No obstante, la Cancillería argentina respondió que "las leyes argentinas deben ser cumplidas por todos sin excepción" y anunció que el país "formulará una protesta formal y un pedido de colaboración en la investigación".
Además, indicó que el Departamento de Estado de los Estados Unidos emitió un comunicado respecto al avión militar que "contiene una serie de inexactitudes y omisiones".
En una nota, la Cancillería indicó que la embajada de Estados Unidos entregó en diciembre pasado "una lista con los elementos que serían ingresados a la Argentina con el objeto de realizar un curso de seguridad sobre rescate de rehenes acordado con las autoridades locales".
"Atento a que en Agosto de 2010 la Fuerza Aérea de Estados Unidos intentó ingresar un cargamento de armas eludiendo el control aduanero, la Cancillería solicitó que la Embajada tenga en cuenta las leyes aduaneras así como su respeto. En aquella oportunidad se les permitió retirar del territorio dicho material atento a que aún no habían sido descargadas del avión militar", indicó la cartera que encabeza Timerman.
Cancillería remarcó que el jueves 10 de febrero, luego del aterrizaje del avión, "la Aduana procedió a realizar un chequeo de la carga con la seriedad y profesionalismo que amerita un material calificado como de guerra".
El comunicado argentino puntualizó que "entre el material incautado, al que no hace referencia el Departamento de Estado, hay desde armas hasta diferentes drogas, entre otras, varias dosis de morfina".
"Además se han intentado ingresar al país material para interceptar comunicaciones, varios GPS de una sofisticación reveladora de su potencia, elementos tecnológicos conteniendo códigos caratulados como secretos, así como un baúl completo con drogas medicinales vencidas", añadió.
La Cancillería dijo también que el sábado, "el Secretario Asistente, Arturo Valenzuela, se comunicó con el Canciller argentino a fin de solicitar resolver la situación y manifestando la preocupación del Departamento de Defensa de su país ante la incautación de elementos que hacen a la seguridad de los Estados Unidos".
"El Canciller le respondió que las leyes argentinas deben ser cumplidas por todos sin excepción", agregó Valenzuela, a quien le pidió que "colaboración en la investigación sobre los motivos que la Fuerza Aérea de los Estados Unidos tuvo al intentar violar las leyes argentinas ingresando material camuflado dentro de un cargamento oficial" de ese país.
FUENTE: ÁMBITO FINANCIERO