MURITÃO

La comunicación contribuye a la equidad o perpetúa la injusticia.

Porto Alegre (Brasil), 4 Feb. 10 (AICA)

“La comunicación es un factor importante que puede contribuir a una mayor equidad o, por el contrario, perpetuar estructuras de injusticia y violencia, producto de ideologías y prejuicios que esclavizan al ser humano”, expresó monseñor Claudio María Celli, presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, al inaugurar ayer el “Mutirão Latinoamericano y Caribeño de la Comunicación”.

El encuentro, que se extenderá hasta el próximo domingo 7 de febrero, se realiza en la ciudad de Porto Alegre (Brasil), y reúne a profesionales de la comunicación, estudiantes, movimientos sociales, comunicadores populares y sociedad en general de América Latina para debatir y reflexionar sobre el tema “Procesos de Comunicación y Cultura Solidaria”. Al brindar su conferencia magistral en torno a dicho tema, monseñor Celli llamó a los medios grandes y pequeños a tener “una actitud y un compromiso responsable” ante la sociedad. En cuanto a la complejidad del sistema comunicativo actual, donde por ejemplo, los blogs y las redes sociales son espacios de encuentro y difusión muy importantes, destacó la necesidad de “inclusión de los que han quedado fuera en este diálogo social, para que puedan expresarse libremente y también con responsabilidad, como corresponde a todo usuario-productor”. Señaló que “el mundo informativo de hoy es transversal, multimediático, inmediato, prácticamente incontrolable, en cierto modo efímero, y crea una nueva cultura que incide en la mentalidad contemporánea”. Asimismo, los nuevos medios también se están asumiendo en los contextos de la comunicación para el desarrollo, como factor que contribuye al progreso de las comunidades, pues ellas mismas se vuelven protagonistas de su propia transformación. Por ese motivo, sostuvo que hay que impulsar esos procesos, “para fortalecer las nuevas formas de participación en la política nacional e internacional que tienen lugar a través de las organizaciones de la sociedad civil”. Aseguró que el mero hecho de que los medios de comunicación social multipliquen las posibilidades de interconexión y de circulación de ideas no garantiza la libertad ni globaliza el desarrollo y la democracia para todos. “Para alcanzar estos objetivos se necesita que los medios de comunicación estén centrados en la promoción de la dignidad de las personas y de los pueblos, que estén expresamente animados por la caridad y se pongan al servicio de la verdad, del bien y de la fraternidad natural y sobrenatural.” Al finalizar su discurso, el presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales dijo que la comunicación es ante todo “un acto de amor, y un acto de servicio”, y recomedó a los miles de comunicadores participantes del encuentro, que realicen su trabajo “con amor, con respeto, con apasionada esperanza en la acción del Espíritu Santo que toca los corazones”, al tiempo que sostuvo que deben “ser activos operadores de paz y tejedores de redes a través de los medios, sean éstos pequeños, personales o de masas”.