Nuevos trabajos de los Profesores Feliciana Merino Escalera y Jose Luis Caballero Bono, ambos miembros del Instituto de Filosofía de Edith Stein, sobre la santa carmelita
La Profesora Feliciana Merino Escalera acaba de publicar un trabajo titulado “La noción de tipo como base para una nueva filosofía de la cultura”, dentro del volumen colectivo dirigido por el Profesor Urbano Ferrer (Universidad de Murcia), Para comprender a Edith Stein, editado por Palabra. En el mismo libro también colabora el Profesor Jose Luis Caballero Bono con "Las condiciones de una autobiografía", un muy interesante análisis sobre las relaciones entre filosofía y vida y sobre el punto de vista autobiográfico de la co-patrona de Europa.
En el citado trabajo la Profesora Merino analiza la evolución de la pensadora alemana tomando como núcleo interpretativo la noción de “tipo”, que aparece fundamentalmente en la obra de Stein La estructura de la persona humana. El objetivo es mostrar cómo, según la santa alemana, el ser humano no es un ente autónomo y solitario que se constituye a sí mismo, sino que su formación personal es dependiente en buena medida de su entorno cultural, y muy especialmente de las comunidades de las que forma parte.
Según el punto de vista desarrollado en el texto, “la comunidad prima y precede al Estado, sobre el que tiene una preferencia derivada de la condición esencial del hombre como ser social”. El carácter social del ser humano no significa que su personalidad pueda ser comprendida, ni reducida, a las comunidades de las que forma parte, puesto que ella se adhiere a estas comunidades y vive en ellas dotada de libertad.
De la misma manera, incide, “la comunidad cristiana, el pueblo cristiano, comprende la realidad a partir de Cristo. Cualquier gesto humano, la forma de comer, de vestirse, la vivencia de la intimidad, la forma de entender las relaciones humanas, políticas y económicas, la comprensión de la familia, de la sexualidad, tienen su centro en Cristo”. La razón se constituye en el seno de comunidades que ofrecen al sujeto fundamentos de sentido para su vida, que él debe aceptar o rechazar libremente con un juicio que está constituido inevitablemente por su “tipo” comunitario, pero que no deja por eso de ser libre, e incluso de poder buscar explicaciones alternativas o desarrollar de forma personal los parámetros de la propia comunidad de la que forma parte.
La Profesora Merino insiste en que quien que se ha encontrado con Cristo vive la realidad desde Cristo, sin que el hecho cristiano pueda ser reducido a una ideología, a una moral, o a un ámbito que quede fuera de la vida cotidiana. Cristo no es, así, un anexo a nuestra vida al que dedicamos ciertos momentos piadosos, sino el centro de la vida del cristiano que, según la máxima de San Benito, no antepone nada a Cristo.
Por su parte, el Profesor Caballero Bono profundiza en los aspectos biográficos de Edith Stein desde una perspectiva particular, reflexionando sobre lo que supone para un sujeto adoptar el punto de vista autobiográfico y "ser consciente de la propia vida como unidad de sentido". ¿Qué condiciones se tienen que dar para uno sea consciente de la propia vida? Esta pregunta se intenta responder siguiendo dos caminos: por un lado el propio relato autobiográfico que Edith Stein escribió bajo el título "De la vida de una familia judía"; y, por otro, la mirada de un intérprete, además filósofo, que mira toda la vida de la autora y su obra filosófica contemplando lo que el Profesor Caballero Bono denomina "la redundancia de la filosofía en la vida escrita y en la vida real".
La conclusión de este trabajo, en que se intentan también pensar algunos datos de la vida real de Edith Stein y compararlos con su relato autobiográfico es que la vida es un flujo complejo que el sujeto viviente necesita abrazar desde una unidad de sentido que es dada por el relato de la propia vida. Sentido que, para Edith Stein, tiene su núcleo en Cristo y en la búsqueda de la Verdad que es Él.