POLÍTICAS BRAVÍAS

Vera es uno de los escenarios del agravamiento de las tensas relaciones en el deteriorado y perforado tejido social argentino. No tan mediática e impactante como el crimen del intendente radical Raúl Seco Encina, es la inquietante estadística sobre los suicidios en el norte santafesino. La región encabeza la lista del terrible ranking argentino. Parece que ha desplazado a la petrolera y patagónica ciudad de Las Heras, cabeza de lista durante un tiempo. El deterioro social y el económico de vastas regiones rurales, castigadas además por una perseverante sequía aceleran aun más un proceso desencadenante de nuevas tensiones que el gobierno pareciera incapacitado de evitar o entusiasmado en alentar. El juego de los anuncios y promesas mediáticas que ya no influyen mayormente sobre las capas urbanas empobrecidas, ha escrito un nuevo capítulo. La exacerbación de todos los ánimos pareciera que es la política elegida, con una probable geografía de escape tumultuosa y confusa. El gobierno recauda menos, el campo es perseguido, pero no entrega lo cosechado. Una tremenda pulseada en la vida de los argentinos se está desarrollando. Por entre medio del duelo, diversos dramas de desarrollan, como siempre y como corresponde a una sociedad que a pesar de todo está viva. El más importante de los acontecimientos es la notable concientización, politización y construcción orgánica que se desarrolla en todo el interior argentino. No tiene retorno y crece. A pesar de los intentos de bastardearlo y “sectorizarlo”. Es que acaso, ¿está en juego la rentabilidad, meramente? Ya no. La desnuda y descarnada pelea personal por el poder individual, hasta en las pequeñas localidades, ya nos habla de la urgente necesidad de un profundo cambio. Se puede llegar a anunciar un inmenso proceso popular en ciernes. Un pronunciamiento popular nuevo y distante de las paralizantes propuestas partidarias, teñidas casi todas ellas del famoso “ahora me toca a mí”. Esa alternancia o su ausencia acaban de cobrarse una vida en una tórrida mañana de Vera, en el postergado norte santafesino.