LOBO ESTEPARIO

Una sucesiva ola de anuncios, la mayoría de ellos elaborados para una emergencia sin políticas, tampoco las hubo durante la bonanza recaudatoria, caracteriza y caracterizará el tiempo restante de este gobierno, sea cual fuere el que falte. El plan de reactivación de la industria automotriz, con los fondos de las AFJP, oscila entre ser una inyección tardía y dudosa para una industria emblemática del kirchnerato y la tentación oficial de transformarla en una gigantesca zanahoria electoralera dirigida a sectores de la clase media interesada en tener su primer autito. Pero la experiencia última indica, como en el caso de los fracasados créditos inmobiliarios, que toda propuesta basada en una lógica consumista meramente y sin poder definir una rentabilidad con rostro social desde los bancos, automotrices y empresas en general, está condenada al fracaso estrepitoso. El gobierno necesita construir éxitos en un momento claro de retroceso. Pero todos los intentos no se salen de la lógica que ha presidido la gestión de todos estos años y que tienen su rasgo distintivo en la renta y el lucro que le dan origen. Aquellas políticas funcionaban por inercia en una sociedad quieta que no evolucionaba y en la cual no había saltos abruptos. El deterioro, para una gran cantidad de argentinos era lento y a veces imperceptible. O simplemente vergonzante e irreconocible. La inmensa masa de pobres que ha sido condenada hace décadas al terrible horizonte del presente continuo, en general ha estado aletargada. Pero toda primavera llega a su fin. La pax seudo-progresista de los Kirchner, parece haber concluido. Ahora viene de hiperactivismo oficial, encubridor de una realidad que desmorona sucesivamente unos cuantos castillos de arena, entre ellos el de la política de Derechos Humanos ahogada sin más trámite desde la ingeniería electoral de Néstor Kirchner. Hoy la escala principal de esta huida hacia delante y hacia los negocios tiene un emblemático destino: Rusia. El modelo de la ex U.R.S.S. se asemeja a los anhelos presidenciales. Es envidiado e imitado por varios países de Iberoamérica, entre ellos el nuestro. De todas maneras lo principal que se va a pactar son negocios petroleros. Ya la Argentina ha perdido soberanía sobre sus propias riquezas desde hace muchos años. Se puede recuperar totalmente, claro que con un cambio total de posición.