LLUVIA ÁCIDA

Todos los últimos documentos del CELAM (Conferencia Episcopal Latinoamericana), desde Puebla incluido, hacen alusión a la religiosidad popular como momento especial de la evangelización, que además debe ser aprovechado para la salud espiritual de nuestro sufrido continente. Dentro de esa marcha o camino de los pueblos en su fe, se destaca una actitud característica en nuestra tierra: la espera activa. O esperanza activa. En la Argentina, desde hace más de tres décadas, existe una renovada inteligencia oscura que trabaja para la inacción, lo neutro y la desmovilización de vastas capas de la sociedad. No se está movilizado para conseguir la comida del día. La construcción clientelista de ejércitos mendicantes de pobres, siempre a mano para los peores proyectos, es una de las aristas típicas y perversas en la lógica de la usura que se ha instalado como forma de gobierno, ya en un tono totalmente manifiesto. La desactivación del pueblo argentino, figuraba en la agenda principal de los golpistas del año 1976. Terror y violencia de varios signos a la vez, distorsión cultural, ruptura laboral, miseria, ataque al desarrollo juvenil con la droga y otras delicias, han sido parte de los elementos desmovilizadores utilizados por aquella inteligencia. Sin embargo todas estas décadas los argentinos se movilizaron en forma reiterada y creciente hacia los santuarios marianos. Es por eso que aquellos viejos y destructivos planes se fueron completando con un sistemático ataque a la fe. ¿Cómo? Entre otras cosas vulneran y ridiculizan a la jerarquía, y por esa vía introducen primero la desconfianza y luego la desesperanza. Aunque parezca ridículo, las chicanas meteorológicas a Bergoglio y al campo no son casuales. Recordemos que en los últimos meses, millones de argentinos han rezado pidiendo por la lluvia. Sin embargo desde el gobierno se lanza una catarata de descalificaciones contra todo aquello que se mueva en dirección a la verdad y la vida. Una verdadera lluvia ácida. Han inaugurado un período, y a toda orquesta, de paganización de la política, las relaciones humanas, los medios de comunicación, la cultura y el lenguaje. Se viene el bastardeo de lo sagrado en forma escandalosa. Pero igual se resiste. Millones de compatriotas, a pesar de todo, peregrinan con María, la Madre de Jesús, en una auténtica espera activa.