Han sido poco claras las últimas alternativas de un negocio que ya lleva más de una década de historia final. Desinversiones, caprichos y arbitrariedades de todo tipo han logrado hacer caer en picada y en un verdadero pozo de aire a la otrora orgullosa, nacional y estatal Aerolíneas Argentinas. El evidente intento de "kichnerizarlas", neologismo si los hay que significa que un grupo de empresarios amigos o socios del poder ejecutivo se quede con una ex-empresa estatal privatizada y que a la vez intente que parezca una recuperación o "nacionalización", ha llevado probablemente el tema al borde del fin y desguase. No sin descartar algún incidente diplomático importante con España. El desatino constante solo se explica en la pertenencia a un universo desprovisto de toda identidad nacional que habilita a realizar cualquier operación y en nombre de la patria cometer todo tipo de atrocidades.
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