Sthepen Wheeler es un exitoso empresario del transporte pesado, matemático y agente financiero británico, casado con una argentina y hace diez años radicado en nuestro país. Sería uno de los integrantes del gabinete en las sombras de Néstor Kirchner. ¿Cuántos más integran este privilegiado organismo? Solo aquellos que logren deslumbrar a Kirchner y por lo tanto componer las políticas que el ex presidente instrumenta luego, no sin dejar enormes cantidades de huellas digitales. Julio De Vido es otro, que por eficacia y diligencia, tiene el mérito de lograr acciones anticipatorias a los requerimientos del jefe en su misma línea. Es decir, sabe lo que piensa y necesita y obra en consecuencia, en un tema tan caro a Néstor, como son las cajas dinerarias de todos los tamaños. Horacio Verbisky es otro conspicuo miembro de este gabinete amorfo y uno de los grandes proveedores de letra ideológica fresca, para todo tipo de reinterpretaciones de la realidad política u operaciones puntuales. Cristina obviamente no solo participa, sino que es la principal exponente y expresión pública de lo que allí se decide. Hay que sumarle algunos partícipes necesarios como Carlos Zannini de la Secretaría Legal y Técnica por razones obvias. Enrique Esquenazi, ingeniero químico devenido en comerciante primero y ahora en empresario petrolero, también forma parte del equipo. Faltan algunos más de los cuales no se conoce ciertamente su itinerario. Todos los demás, cientos, son asesores operativos de estos integrantes plenos de la confianza de Kirchner, cosa que no es fácil lograr estando en presencia de un desconfiado por naturaleza. Mucho más que caballo tuerto. Hay una nube de estos diligentes cuadros pululando y palpitando en el entorno de este gabinete, que por otra parte, no creemos que se reúna nunca con todos sus integrantes a la vez. Estas huestes, gabinete en las sombras más técnicos operativos, que están todos celosamente controlados por Kirchner, no son el cerebro del mundo, simplemente pretenden serlo de la Argentina. De la mano del teórico inglés Sthepen Wheeler, el ensayista nacionalista y opositor Adrián Salbuchi, quizás se haya incorporado recientemente a la planificación estratégica de todos estos expertos.
HANNAH ARENDT
En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".
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