Foto: Archivo / LA NACION / Fabián Marelli |
Por Hernán Cappiello/La Nación.-
El juez y el fiscal confían en que el análisis de las comunicaciones y una junta de expertos forenses y en criminalística servirán para explicar cómo murió Nisman
Las expectativas de esclarecer la muerte del fiscal Alberto Nisman están puestas hoy en la Justicia en dos peritajes clave que pretenden determinar si fue un homicidio o un suicidio y aportar evidencias sobre el posible autor del posible crimen o de quienes realizaron maniobras de encubrimiento.
Las esperanzas del juez federal Julián Ercolini y del fiscal Eduardo Taiano, en quien está delegada la causa, se centran en dos estudios para los que fue habilitada la feria judicial de verano. Un trabajo, que se está realizando desde hace un año, es de análisis de las comunicaciones telefónicas entre todos los personajes del caso, y el otro es un peritaje interdisciplinario que promete tener en cuatro meses la reconstrucción de la muerte de Nisman y una hipótesis sobre qué pasó.
El primer estudio apunta a rastrear la hipótesis política que empuja la querella a cargo de la madre de Nisman, Sara Garfunkel, patrocinada por el abogado Pablo Lanusse. A instancias suyas y de las hijas de Nisman, Iara y Kala, se cruzarán 56.521 llamadas realizadas entre diciembre de 2014 y febrero de 2015.
Se incluyen los teléfonos que usaban Cristina Kirchner, el ex jefe del Ejército César Miani, sospechoso de manjear una central de inteligencia paralela, los espías Jaime Stiuso y sus allegados, y de los que estaban enfrentados con su sector.