Por Fernando Gonzalez, Director Periodístico/Cronista.-
La Presidenta no concede reportajes a la prensa pero es usuaria frecuente de la red social twitter. El lunes posteó 40 mensajes y ayer redujo su aporte comunicacional a apenas 30 frases de 140 caracteres. Como en otras ocasiones, la obsesión presidencial estuvo centrada en demostrar que los problemas actuales de la economía argentina se deben a las culpas ajenas.
Alguna vez fueron los fondos buitres, otra fueron las potencias hegemónicas y ahora son los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que equivocaron el camino al endeudarse y devaluar. Para Cristina, ellos son la verdadera razón de nuestra inflación, nuestro cepo al dólar, el déficit fiscal, la nula creación de empleo privado y nuestros cuatro años de recesión. Aguante la ficción.
Así lo expresó la Presidenta después de leer un artículo del Financial Times, que El Cronista publicó el lunes y Cristina posteó en dos ocasiones. "Esto fue la Argentina hasta el 2003. Ahí empezó el desendeudamiento y como no teníamos acceso al mercado de capitales nuestras empresas privadas, al igual que el país, tienen un bajísimo nivel de endeudamiento en moneda extranjera", fue la justificación tuitera que ya había usado en la Bolsa de Comercio y en el acto reciente del Día de la Industria. En el final, la Presidenta entra en confianza y recomienda a sus seguidores "La increíble y triste historia de la Cándida Eréndida y de su abuela desalmada", uno de los textos más logrados de Gabriel García Márquez. La mención al realismo mágico del colombiano era el cierre perfecto que necesitaba esta versión digital y sorprendente del relato en el que la autocrítica también brilla por su ausencia.
Así lo expresó la Presidenta después de leer un artículo del Financial Times, que El Cronista publicó el lunes y Cristina posteó en dos ocasiones. "Esto fue la Argentina hasta el 2003. Ahí empezó el desendeudamiento y como no teníamos acceso al mercado de capitales nuestras empresas privadas, al igual que el país, tienen un bajísimo nivel de endeudamiento en moneda extranjera", fue la justificación tuitera que ya había usado en la Bolsa de Comercio y en el acto reciente del Día de la Industria. En el final, la Presidenta entra en confianza y recomienda a sus seguidores "La increíble y triste historia de la Cándida Eréndida y de su abuela desalmada", uno de los textos más logrados de Gabriel García Márquez. La mención al realismo mágico del colombiano era el cierre perfecto que necesitaba esta versión digital y sorprendente del relato en el que la autocrítica también brilla por su ausencia.