Por Juan Diego Wasilevsky.- La "ex dama de hierro" tiene una imagen positiva de apenas 7% y su propio aliado dejó entrever la posibilidad de que no culmine su mandato. La poca confianza entre los invesores hundió más la moneda, agravando así el atraso cambiario que niega Cristina. ¿Qué escenarios enfrenta Rousseff?
Fin de ciclo, viento de frente: se cumple la profecía de Cristina y el mundo empieza a soplar contra la Argentina ¿Cómo impacta en Argentina?: el real toca su nivel más bajo desde 2002 y Dilma hasta puede perder la Presidencia.
En Brasil se desató una tormenta perfecta con serias implicancias tanto dentro de las fronteras de la nación vecina como en la Argentina.
Pero también, esta suerte de "tsunami" político y económico amenaza con condicionar el grado de acción con el que contará el candidato que finalmente suceda a Cristina Kirchner en la Presidencia.
La gravedad de la crisis que hunde al principal socio comercial alcanza tal magnitud que los asesores de Daniel Scioli y de Mauricio Macri no sólo están evaluando el país que deja el kirchnerismo tras más de una década en el poder. Ahora, además, se mide cuán pesada es la “herencia Dilma”.
En Brasil, ningún indicador socioeconómico hoy arroja cifras positivas: variables como PBI, empleo, consumo y actividad industrial dan cuenta de números en rojo.
Y, para agravar el panorama, la presidenta Rousseff ya no tiene ni sustento popular ni político como para tomar las medidas que requiere una economía que ha entrado en terapia intensiva.
La desconfianza de los inversores y empresas por el devenir del Gobierno de Dilma llega a tal punto que la salida de capitales está minando cada vez más la estabilidad del real, que acaba de tocar su nivel más bajo en 13 años, lo que disparó las luces de alerta entre todas las empresas exportadoras argentinas.
Una tormenta política perfecta
“Hoy, Dilma está en su peor momento. A nivel imagen, está liquidada”, fue la contundente conclusión a la que llegó el analista internacional Gustavo Segré, en diálogo con iProfesional desde sus oficinas de San Pablo.
El problema no es únicamente que la “ex dama de hierro” está tocando un bajísimo nivel de popularidad, con una aprobación pública hacia su gestión de apenas 7% y con un 70% de rechazo.
El mayor inconveniente es que a Dilma le están minando su poder desde el propio epicentro de su Gobierno.
Este viernes se conoció que el mismo vicepresidente brasileño, Michel Temer, reconoció en una reunión con empresarios que ve “difícil” que Rousseff pueda culminar su mandato.
Las declaraciones fueron grabadas y su difusión pública provocó una gran conmoción política.
Al funcionario se lo escucha decir cosas como que "nadie puede resistir tres años y medio" en el poder con un apoyo tan escaso como el que hoy tiene Dilma.
En otro polémico pasaje, el vicepresidente Temer fue consultado sobre la posible destitución de él y de Rousseff por el escándalo en Petrobras y por maniobras poco claras con fondos públicos. Frente a esto, aseguró que, si se llegase a ese punto, se iría "a casa feliz de la vida".
Bajo la óptica de Segré, “es un escándalo de grandes proporciones. Nadie puede creer que un vicepresidente pueda hablar tan ligeramente de temas extremadamente sensibles como lo es el futuro de un Gobierno”.
Para el experto, el hecho es más grave aun considerando que la reunión en la que el funcionario hizo estas declaraciones fue convocada por la empresaria Rosangela Lyra, quien lidera un grupo que impulsa la salida de Dilma y hasta participó en marchas a favor de su juicio político.
¿Qué es lo que puede suceder en los próximos meses? Segré planteó que ahora, todo está en manos del Tribunal de Cuentas, que es el encargado de verificar las denuncias que pesan sobre el Gobierno y que deberá expedirse en la primera quincena de octubre.
Los dos escenarios más negativos que se pueden presentar para Roussef son los siguientes:
• Que dicho tribunal le inicie un proceso de juicio político a Dilma: en ese caso, la presidenta será suspendida por seis meses y asumiría Temer, el vice que le dio poca vida política a la mandataria.
Segré mencionó un aspecto clave en este sentido: el funcionario es el titular del PMDB, el partido que forma la coalición de Gobierno junto con el Partido de los Trabajadores.
“El problema es que el propio PMDB ya anticipó que podría dejar la alianza, con lo cual renunciaría el vicepresidente de Dilma. Además, casi el 51% de los diputados de esa agrupación hoy votarían a favor de un juicio político contra Rousseff. La pregunta es: ¿acaso no va a crecer ese porcentaje si abandonan a la alianza?”, destacó el experto.
• El otro escenario es que el Tribunal no solo impulse un juicio político contra Dilma por maniobras ilícitas con fondos durante su campaña, sino que también se incluya en el proceso legal a Temer.
En ese caso, los dos deberán dar un paso al costado y asumiría provisionalmente el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha -que tiene en su haber una denuncia por malversación de fondos-, quien deberá llamar a elecciones para elegir un nuevo gobierno.