Por Fernando Gonzalez, Director Periodístico/Cronista.-
La historia reciente de la Argentina muestra todo lo que hicimos mal y no deberíamos repetir. Los meses del último tramo de gobierno de Raúl Alfonsín fueron tan caóticos que a su heredero, el radical cordobés Eduardo Angeloz, le resultó imposible levantar esa mochila y perdió la elección. El ajuste y las sospechas de corrupción fueron tan determinantes en el último año de Carlos Menem que su hederero, el peronista Eduardo Duhalde, nunca pudo remontar la cuesta abajo y terminó derrotado por la Alianza.
Por eso es que los actuales candidatos a presidente deben estar muy atentos a lo que haga Cristina Kirchner en sus últimos 100 días de gobierno. Y el más atento deberá ser Daniel Scioli, porque los errores que cometa la Presidenta, impactarán decisivamente sobre sus posibilidades de ganar o perder las próximas elecciones. Esos desafíos están evaluados de modo exhaustivo en el atractivo informe que Bernardo Vázquez publica hoy en el Suplemento 3Días.
Alfonsín se quejó en su momento de la "pesada herencia" política y económica que le dejó la última dictadura militar. Menem, a su vez, lo acusó de dejarle a él "un país en llamas". Fernando De la Rúa puso al frente de sus excusas el legado deficitario del menemismo. Y Néstor Kirchner utilizó la palabra "infierno" para describir el escenario que le dejaron sus antecesores. Cristina no será la excepción y, dentro de 100 días, Scioli, Macri o Massa comenzarán a hablar pésimo de su herencia cargandolé todo el costo posible de estos 12 años de contradicciones.
