Por Guillermo Cherashny/El Informador.-
Ayer fue un día anormal, pues la fiscal Viviana Fein no les habló a los periodistas reunidos frente a su edificio y tampoco emitió un comunicado conjunto con la Procuradora General Alejandra Gils Carbó. No fue casual que, en plena investigación de la muerte violenta del fiscal Nisman, se produjera un tiroteo en la villa 1.11.14 en el Bajo flores con dos muertos y varios heridos de bala que terminaron un hospital municipal donde siguió la refriega entre 50 personas de una banda y un número similar de la otra.
Fuentes de inteligencia aseguran que este tiroteo habría sido organizado por Andrés Cuervo Larroque con el fin de cambiar el eje del debate que gira sobre la denuncia de Nisman y la investigación de su muerte y ponerlo sobre el narcotráfico en las villas porteñas y la violencia en los hospitales que se viene reproduciendo en los últimos tiempos. El tema villero caló hondo y compartió con el caso Nisman los titulares del día, como quiere que sea CFK, desde que partió hacia China, y ahora que volvió intentará cambiar de tema. Esto aunque la proximidad del 18 F conspira contra el cambio de tema, pero ayer la guerra del narcotráfico y el silencio de Fein atenuaron el impacto Nisman. En tanto, Sergio Berni, de que quien depende la Prefectura, y el director de Inteligencia Roque Lobosso, junto con el Teniente General César Milani, estaban en posibilidad de “fabricar” un suicidio, pero hoy están más tranquilos.
Saliendo del primer plano
Aunque Milani no tanto, por las malas noticias recibidas desde Tucumán, donde tiene una causa que avanza por violaciones de los derechos humanos.
Pero como dijo Elisa Carrió, Milani mató en el proceso y sabe cómo moverse en la calle y penetrar domicilios que parecen inexpugnables, como el departamento de Nisman.
