Por Guillermo Cherashny/El Informador.-
El cristinismo está muy preocupado por lo que puede llegar a decir Amado Boudou en la declaración indagatoria de hoy. Temen, por ejemplo, que si dice que Jorge Brito puso los 50 millones de pesos para la compra de la Compañía de Valores Sudamericana (ex Ciccone) todo el mundo infiera que Néstor Kirchner fue el impulsor de la adquisición.
La posibilidad de que el vicepresidente lleve una cámara para filmar la indagatoria es real y también que al terminar la audiencia divulgue sus esperadas y picantes respuestas, que seguramente tendrán un gran rating. Claro que todo depende de si dice las cosas con las cuales amenaza hace varios días y especialmente las críticas del juez al que acusa de encubrir a varios personajes.
A largo plazo
Los esfuerzos de la presidente y Carlos Zannini se encaminarían a que Boudou le tire el fardo a Raúl Moneta, hoy convaleciente de un ACV. Esto es muy probable y también que ataque a Lautaro Mauro, el subsecretario de medios del gobierno de la provincia de Buenos Aires que supuestamente fue testigo de la reunión entre José María Núñez Carmona y Guillermo Gabella, el ejecutivo de la empresa Boldt. Y de ahí que el cristinismo vuelva a castigar a Daniel Scioli para no perder la costumbre, ya que la presidente no desaprovecha ninguna oportunidad para enrostrarle que con sonrisas y protección mediática no alcanzan para solucionar los problemas. De todas formas, lo que declarará el vicepresidente causa una gran expectativa no sólo en el gobierno sino en todo el país. Ayer circuló la versión de un cambio de abogados defensores de Boudou, quien le habría ofrecido su defensa a los doctores Eamon Muller y Roberto Barbaccia, ex fiscales del juez Eduardo Galeano y a quienes Ariel Lijo los tiene que juzgar por la investigación de la AMIA.
Ambos ex fiscales son jurídicamente muy sólidos y de mayor nivel que los “valijeros” Darío Richarte y Diego Pirota, aunque de todos modos esta defensa es muy difícil. Fuentes cercanas al juez de la causa sostienen que éste todavía no decidió si llamará a indagatoria a Jorge Brito y Ricardo Echegaray como pidió el fiscal Jorge Di Lello. Pero lo podría hacer en el futuro y se sostiene que la Sala I de la Cámara Federal también estaría a favor de citar a indagatoria a Brito y Echegaray. Esa sala tiene que decidir si los testimonios brindados por Nicolás Ciccone y Guillermo Reinwick son válidos. A éstos ahora Lijo los citó como imputados pero no son la única prueba que tiene el juez. El que la tiene más fácil es Reinwick, por dos razones: él no pertenecía a la empresa y le dio una mano al padre de su esposa y, segundo, su abogado defensor es Carlos Vella, socio de Alfredo Lijo, el hermano del juez federal, por lo cual es muy probable que zafe. En las conversaciones con Boudou el fin de semana en Olivos le habrían asegurado que no irá preso y que después de la entrega del poder en el 2015 tampoco tendrá ese problema, porque la regla es que el imputado permanezca en libertad hasta que su condena quede firme. Y a él le falta mucho para el juicio oral y aún más para que quede firme la condena.