LA PEOR HIJAPUTEZ

   Por Diario HOY.- La pobreza y la indigencia infantil es escalofriante: hay 2,7 millones de chicos que están pasando hambre, en lo que alguna vez fue el granero del mundo. La muerte de una nena de 5 años en un rancherío porteño es un caso testigo La muerte de una pequeña niña de tres años en Capital Federal, a pocos minutos de la Casa Rosada, mostró la peor cara de la miseria extrema que se vive a lo largo y ancho del país, que se extiende como una mancha de aceite. La nena se llamaba Tiara y falleció luego de que un colectivo embistiera el rancherío donde vivía, junto a su familia, en plena vía pública. Su corta vida, repleta de carencias y sufrimientos, mostró la mentira del relato K. Ella sufrió la peor violencia, la que significa encontrar la muerte por el solo hecho de ser pobre, sin siquiera conocer lo que significa el cobijo de un techo. En sus tres años de existencia (nació durante la presidencia de Cristina Kirchner), Tiaria los pasó en la intemperie, mirando las estrellas, sufriendo el frío y padeciendo las lluvias, refugiada en un chaperío con trapos.

Lo más grave es que no se trata de una excepción. Hay miles y miles de casos similares, como si viviéramos en África, y ello constituye la principal hijaputez de este gobierno que habiendo tenido posibilidades únicas para poder cambiar la historia, dejará un país -en el año 2015- sumido en la pobreza y el subdesarrollo. ¿Qué pasa con los niños y niñas que continúan naufragando en la más extrema pobreza que azotó a nuestro país? La respuesta es tan real como escalofriante. De acuerdo a un informe presentado por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), a cargo del diputado nacional Claudio Lozano, 2,7 millones de chicos y chicas del país están pasando hambre. Es decir, 1 de cada 5 chicos. Pero no sólo eso, ya que en diez provincias de la Argentina el flagelo de la pobreza infantil supera el 60%. En Chaco -feudo del actual jefe de Gabinete de la Nación, Jorge Capitanich- el 79,5% de los chicos son pobres y el 46,4% están pasando hambre. La lista se extiende a San Juan (casi el 70% de niños pobres), Santiago del Estero (68,3%) y Corrientes (68,1%). Ayer, el obispo de Humahuaca, Pedro Olmedo, puso en blanco sobre negro la responsabilidad del gobierno. “Un motivo de violencia es la ausencia del Estado que no se adelanta a los acontecimientos. Lo que genera esta problemática es la exclusión social, la falta de oportunidades, de trabajo, de perspectivas para los jóvenes y la pobreza social”. Y puntualizó que en Humahuaca existen patotas que generan “violencia y muertes", precisando que "en los centros urbanos que están cerca de la ruta, la penetración de la droga es muy fuerte”. 

 El panorama en la región 

 “Esto es una suerte de criadero de futuros conflictos, porque si esos chicos tienen la mayoría de sus derechos negados (y tienen poco o escaso acceso a la educación), no van a terminar la educación primaria. De ahí en adelante van a seguir un ciclo de destrucción”, advirtió a Hoy el Director General de Cáritas La Plata, Andrés Rambeaud. Y agregó: “Sabemos lo que se está sufriendo por esto y cómo los obispos vienen alertando por el tema de adicciones, de la violencia, de la inseguridad. Pero se empieza por ahí, por los derechos vulnerados de las personas cuando están en la niñez”. Rambeaud señaló además que el terrible flagelo de la pobreza también se siente con fuerza de puertas para adentro, con familias que recurren a las parroquias para poder encontrar una solución al calvario de la indigencia, entre otros aspectos. “En la región hay un crecimiento de la demanda en las necesidades básicas insatisfechas, llámase alimentos, medicamentos o pedidos de ayuda. El tema viviendas también está muy álgido y eso las parroquias lo sienten: la gente viene y pide más. Es algo perceptible en la emergencia”, concluyó el representante de Cáritas La Plata. La miseria duele y daña, como nunca antes, el cuerpo social de una nación en la que aún está todo por hacerse. Y que por ello requiere de una dirigencia lúcida y realmente comprometida.  

“Hay que empezar por reconocer el problema y atacarlo” 

 En diálogo con Hoy, el padre Andrés Rambeaud indicó que los altos porcentajes de pobreza que se registraron en el país son “una alerta” y resaltó que “si esto está puesto en duda, no se va a poder resolver el problema”. “Hay problemas macro en el país, pero cada uno de ellos -por los niños pobres- es un futuro argentino que va a estar conflictuado con esta misma sociedad que la va a dar la espalda. Por eso el trabajo empieza hoy”, comentó el Director General de Cáritas La Plata. Para concluir, Rambeaud también hizo mención a la labor de las autoridades nacionales al respecto y dejó en claro que “si la política acepta el reto de mirar de frente a estos problemas, tiene que empezar por reconocerlos y atacarlos”.