Moyano y Barrionuevo en el encuentro realizado ayer en la sede de la Uocra, el gremio de Gerardo Martínez. |
Por Elizabeth Peger/El Cronista.-
Pese al gesto de los ex líderes, el recambio en la conducción de la central llegará a más tardar en marzo con la elección de un jefe único. Faltazo de Caló, Daer y los gordos. Después de insistentes reclamos lanzados desde algunos sectores internos, Hugo Moyano y Luis Barrionuevo reaparecieron ayer tras varios meses de bajo perfil en el centro de la escena sindical. La foto, concretada en una cumbre en la sede de la Uocra, tuvo como motor la necesidad de que los ex líderes e impulsores del proceso de reunificación cegetista se pusieran al frente de un operativo de contención para evitar una nueva amenaza de ruptura y a la vez sostener al triunvirato de conducción.
Ambos dirigentes (el tercer convidado era el metalúrgico Antonio Caló que optó por el faltazo) cumplieron con el papel requerido, pero su gesto parece servir de poco: desde los más diversos sectores internos coinciden en que el tiempo de la conducción colegiada "está agotado" y que hay que evitar nuevas fugas para alumbrar a más tardar en marzo una jefatura única y consensuada.
"El triunvirato no existe más, es cuestión de tiempo, pero hay que impedir que se rompa todo", admitió ante este diario un dirigente que estaba invitado a la cumbre de ayer en la Uocra, pero desistió de concurrir. Otro gremialista, que si participó del encuentro, reconoció la profundización de los cortocircuitos dentro de la central y hasta los cuestionamientos al trío de conducción, pero sostuvo que no están dadas las condiciones para avanzar en un recambio en estos momentos. "Hay que esperar hasta abril, mayo, buscar un acuerdo entre todos y nominar un jefe único. Ahora es imposible", apuntó.
Además de Moyano y Barrionuevo, los dos invitados principales, del encuentro de ayer también participaron el anfitrión, Gerardo Martínez, junto a su par del sector independiente Andrés Rodríguez (Upcn); los triunviros Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña; el jefe de la UTA, Roberto Fernández, y el de La Fraternidad, Omar Maturano.
Las ausencias, en cambio, resultaron más llamativas. No estuvieron en la reunión los gordos que originalmente habían imaginado la foto junto a los independientes; ni tampoco Héctor Daer, el otro miembro del trío de conducción.
También brilló por su ausencia el propio Caló, otro de los gestores de la unidad con Moyano y Barrionuevo. Era bastante previsible: la semana pasada, apenas un día después del intrascendente paro cegetista contra la reforma previsional, el dirigente metalúrgico Francisco Barba Gutiérrez renunció a la Secretaría de Interior de la central molesto por la actitud dialoguista de la conducción sindical hacia el Gobierno. La UOM, bajo el mando de Caló, respaldó la actitud de Gutiérrez y confirmó su alejamiento de la cúpula, aunque seguirá formando parte de la entidad.
Puertas adentro de la charla de ayer en la sede de la Uocra no faltaron algunos reproches hacia la actitud de sectores del moyanismo o cercanos a Barrionuevo de "desautorizar" las acciones del trío de conducción. "Si no hay respeto a las decisiones que se toman estamos en problemas", se quejó un dirigente en alusión directa a la falta de adhesión del sindicato de Camioneros y de los colectiveros de la UTA a la huelga de la semana pasada. "Hay que trabajar con mayor cohesión y actuar orgánicamente en las decisiones que se toman", pidió otro dirigente.