HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

domingo, 4 de mayo de 2014

APUESTAS PRE Y POSMUNDIALISTAS


Por Néstor O. Scibona/La Nación.- Si hubiera que atenerse a las apuestas, la Argentina tendría muchas más chances de llegar a la final del Mundial de fútbol de Brasil, e incluso de obtener la copa, que de bajar la inflación , mejorar sus cuentas fiscales o revertir la actual retracción de la economía en la segunda mitad de 2014. Por cierto que no se trata de apuestas comparables. Pero el punto en común es que el Mundial se ha convertido en una suerte de bisagra para las expectativas, ya sea futbolísticas y económicas. Cuando faltan menos de 40 días para el arranque, los principales sitios web de apuestas muestran que las selecciones de Brasil y la Argentina ya son, en ese orden, las favoritas para llegar al partido final y consagrarse campeones; a la vez que Neymar y Messi compiten por el primer puesto como goleadores del torneo. En cambio, los pronósticos para la economía argentina de la mayoría de las consultoras privadas locales coinciden en que si bien hasta el Mundial podrán mantenerse la actual estabilidad cambiaria y la calma en los mercados financieros, no ocurrirá lo mismo cuando se atraviese esa virtual línea divisoria.
Que, obviamente, no está determinada por los resultados del fútbol, sino por el final del período de mayores ingresos de dólares de la buena cosecha de soja con precios internacionales más altos y de recursos fiscales por retenciones hacia fines de julio. En este caso, la apuesta es a cara o ceca: si el gobierno de Cristina Kirchner seguirá aumentando el gasto público a riesgo de recalentar presiones inflacionarias y/o cambiarias en el segundo semestre del año; o si las contrarrestará con subas en las tasas de interés, que enfríen aún más el consumo y la actividad económica. Las señales de alerta despuntaron en marzo, cuando se conoció que el gasto público había aumentado nada menos que 44% interanual en el primer bimestre, frente al 36% de los ingresos corrientes. En ese mes, el Banco Central debió emitir más pesos para financiar al sector público que los que esterilizó con el inédito apretón monetario de febrero (unos 20.000 millones de pesos). En abril, la emisión monetaria volvió a subir otro tanto sólo por la compra de dólares de la cosecha gruesa (unos 2400 millones), que le permitieron al BCRA reforzar sus reservas en algo más de 1000 millones, mantener el dólar oficial "planchado" en 8 pesos e intentar una leve baja (de 1 punto porcentual anual) en las tasas de interés ante la fuerte retracción de la oferta y demanda privada de crédito.

 Pero debió absorber más de 24.000 millones de pesos mediante la colocación de letras y notas a tasas cercanas al 28% anual, por montos superiores a los que van venciendo. Aunque el déficit fiscal podría moderarse de aquí a junio por la mayor recaudación de retenciones, parece inevitable una suba en la segunda mitad del año debido al impacto del medio aguinaldo, los subsidios a la energía y los ajustes de salarios y jubilaciones, frente a una presión tributaria récord que ya alcanzó su techo. Esto obligará al BCRA a un mayor uso de la "maquinita" para financiarlo y a absorber el exceso de pesos si busca evitar que esos pesos alimenten los precios o el dólar paralelo. El economista Jorge Todesca, titular de la consultora Finsoport, sostiene que si en los próximos meses no se desacelera el aumento del gasto público, esta dinámica resulta insostenible. "El BCRA absorbe liquidez del sector privado pagando tasas del orden de 30% anual y se la traslada en gran medida al sector público sin percibir intereses, con lo cual se genera un creciente déficit cuasifiscal", explica. Hasta ahora los avances para contener la suba del gasto público han sido mínimos. Una apuesta fue bajar los subsidios al consumo de gas natural, a través de aumentos promedio en las facturas de hasta 200% acumulado hasta agosto. Sin embargo, el Estudio Broda calcula que el ahorro fiscal será de apenas 3000/4000 millones de pesos en lo que resta de 2014 (más otros 2000 millones por las tarifas de AySA), frente a un total de subsidios económicos que estima en 200.000 millones para todo el año. La razón -explica- es que estos ajustes se destinaron mayormente a elevar los precios del gas en boca de pozo y mejorar las tarifas de transporte y distribución, congeladas desde hace años, para contrarrestar la caída de inversiones en el sector. 

 Si bien está pendiente el incremento de tarifas de energía eléctrica, que se aplicaría a partir de septiembre para no superponerlo con las fuertes subas en gas y agua, el impacto fiscal tampoco sería significativo ya que abarcaría sólo un cuatrimestre de 2014. Y por ahora se desconoce qué proporciones corresponderán al proyectado "rebalanceo" de los subsidios a la energía (que equivalen a casi 70% del total) y a la mejora de precios y márgenes en la cadena de generación, transporte y distribución para financiar inversiones. La situación fiscal también es apremiante en la mayoría de las provincias, cuyo déficit conjunto para este año se calcula en alrededor de 45.000 millones de pesos, una cifra que torna insignificante la prórroga trimestral de vencimientos y condonación de deudas con la Nación (por 2800 millones) que acaba de anunciar CFK para mantener alineados a sus gobernadores hasta bien avanzado 2015. Aquí también la "maquinita" del BCRA tendría un rol protagónico, ante la imposibilidad de seguir subiendo impuestos por encima de la inflación. El piso de emisión para cubrir el cada vez más profundo agujero fiscal del sector público consolidado es estimado para este año en 140.000 millones (por el Estudio Broda) y 150.000 millones (por la consultora Empiria) De ahí que se prevea un piso inflacionario no inferior a 35% anual y que, si el Gobierno mantiene el dólar en 8 pesos como "ancla" para los precios, en la segunda mitad del año se habrá diluido la mejora parcial del tipo de cambio real impulsada por la brusca devaluación de enero. 

Según el Estudio Broda, ello ocurriría en agosto aun cuando la inflación se desacelere en el segundo trimestre. Según Empiria, el tipo de cambio real se retrotraería en ese mes a los niveles de noviembre de 2013 si la inflación se ubicara en 3% mensual; o en noviembre si baja al 2% mensual. Por eso recomienda que el BCRA comience a mover ahora el dólar oficial para evitar ese riesgo. Aun así, la prioridad del gobierno de CFK apunta a contrarrestar la caída de actividad y promover inversiones con créditos subsidiados por 10.000 millones de pesos. Para eso acaba de crear, por decreto de necesidad y urgencia, el Fondo para el Desarrollo Argentino (Fondear). Una iniciativa que tendría efectos anticíclicos si no fuera porque la elección de proyectos en "sectores estratégicos" o "actividades innovadoras" estará a cargo de un comité de seis funcionarios encabezados por Axel Kicillof. Y porque cada vez que aumenta un gasto no recorta otro. Más allá del Mundial, el fútbol tendrá mayor impacto fiscal en 2015: con la ampliación en 50% del número de clubes y partidos del futuro campeonato ampliado de primera división, subirá otro tanto el gasto de Fútbol para Todos, que este año tenía asignada una partida de 1500 millones de pesos en un presupuesto que, con la mayor inflación y recesión, volvió a ser letra muerta.

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