Por Guillermo Cherashny/El Informador.-
A través de las redes sociales, se advierte que una parte importante de la opinión pública piensa que los males que aquejan a la presidente forman parte de una gigantesca farsa destinada a generar el “efecto lástima” para que el oficialismo descuente votos en la provincia de Buenos Aires y en todo el país. Una victimización en gran escala serviría también para que se ponga en marcha un operativo clamor para su regreso a la Casa Rosada ante el riesgo de un vacío de poder. Sin embargo, la foto de CFK cuando ingresa a la Fundación Favaloro muestra un gran deterioro físico y la intervención quirúrgica a la que será sometida mañana, aunque de bajo riesgo, comprueba que la presidente no está bien de salud.
Y esto no se debería al stress de su cargo, ya que la colección subdural, según el primer diagnóstico, podía eliminarse mediante el reposo. Pero aparentemente apareció un hormigueo en el brazo izquierdo con adormecimiento incluido y se optó por una cirugía inmediata para drenarle el líquido que hay entre la membrana madre y el cerebro. Los especialistas coinciden en que se trata de una intervención de bajo riesgo. Y el origen del problema serían golpes sufridos el 12 y el 24 de agosto, que le generaron el hematoma. Lo que no se dice es que en todo este tiempo Cristina siguió con su rutina de gym en la cinta donde camina, más la bicicleta, los rollers y una dieta de nutricionista que la mostró el 27 de septiembre pasado con 10 kilos menos y una silueta envidiable. Después de dos golpes en el cráneo no es incompatible que se adopte una rutina de gym para bajar de peso. Aunque ella también seguiría una dieta estricta y nunca bajó en estos 10 años 10 kilos en tan poco tiempo, lo cual también podría deberse a otras razones no buenas. Además, fue internada por una taquicardia cuyo origen se desconoce.
La crisis después del 27
Los efectos políticos de esta crisis de salud sobre la política saltan a la vista. Ella debió delegar sus funciones en el vicepresidente Amado Boudou quien, como es sabido, fue apartado de la campaña electoral por su pésima imagen y tiene mala relación con la mesa chica del cristinismo. Su designación coincide con el rechazo de la Corte Suprema de los EEUU a aceptar la apelación del gobierno argentino contra el fallo de segunda instancia que obliga a pagarles US$ 1330 millones a varios holdouts. Es obvio que el interinato de Boudou congelará importantes decisiones económicas que, de cualquier modo, no se aplicarían hasta después del 27 de octubre, si es que se adoptan. Sí hay que tener en claro que hasta el 2015 hay que pagar de capital e intereses de la deuda externa 18.500 millones de dólares con unas reservas que están por debajo de los 35.000 millones. Y sobre todo hay que tener en cuenta que se están fugando 1.000 millones de dólares por mes. Como están las cosas, si no se toman medidas para reducir esta fuga, el gobierno puede agotar las reservas del Banco Central mucho antes de la entrega del poder en diciembre del 2015.
Antes de su crisis de salud, la presidente había ratificado que todo está fantástico y descartó cualquier ajuste o nuevo plan. Alcanzaría con seguir con los parches que se aplican con una frecuencia cada vez mayor. Todo indica que cualquier explotación política por el oficialismo del cuadro de salud de la presidente no obtendrá ningún resultado electoral importante. Es que los anteriores episodios de internación de Cristina coincidieron con los indicadores económicos en alza, pero ahora ocurre lo contrario. El consumo sigue cayendo, como declaró el empresario oficialista Osvaldo Cornide, quien desmintió así al consultor Guillermo Oliveto, que dice que el consumo está pum para arriba, coincidiendo con CFK.
A todo esto, después del postoperatorio, el reposo presidencial puede durar entre 60 y 90 días. Demasiado tiempo para el panorama económico que se avizora y para un gabinete donde el único funcionario con gran poder, Carlos Zannini, tiene una pésima relación con Boudou, cuyos amigos vienen siendo desplazados -uno tras otro- de los distintos enclaves de poder que le quedaban.