Argentina debe comprar cada vez más del exterior por el aumento de la demanda y la falta de producción local. En 2012 se gastaron 4.697,8 millones de dólares para abastecerse.
Los bolsillos de los argentinos tendrán otro fuerte impacto este con el aumento en el servicio de gas natural que se calcula en un mínimo del 30 por ciento y que podrá alcanzar el 40 por ciento, teniendo en cuenta la creciente necesidad del país de importar el recurso. El año pasado la demanda argentina de gas proveniente del exterior fue de 4.697,8 millones de dólares, según datos oficiales de la Secretaría de Energía, que conduce Daniel Cameron.
La abultada cifra que gastó el Estado argentino en 2012 para importar gas se explica en el crecimiento del consumo del recurso, que representa el 50% de las necesidades de abastecimiento del país. Pero, sobre todo, se produce por la caída de la producción local, producto de décadas de falta de productividad y de inversión, que se acrecentó en los últimos años de gobierno kirchnerista.
“Estamos en un estado de crecimiento de importaciones de gas y este año se va a caracterizar por el aumento en la compra de gas licuado tanto en la planta regasificadora de Bahía Blanca como en la de Escobar”, explicó a Hoy el vicepresidente Movimiento por la Recuperación de la Energía Nacional Orientadora (Moreno), Felix Herrero.
Lo peor de todo es que la Argentina paga el gas cada vez más caro, durante 2012 el gobierno argentino pagó un 15% más de lo que había pagado en 2011. Esa compra de gas se realizó principalmente a Bolivia, país al que se le pagó el año pasado 2.032 millones de dólares por la importación de gas natural, gracias a que Bolivia aumentó su capacidad de procesamiento de gas y líquidos, todo lo contrario a lo que ocurrió en la Argentina en la era K.
La necesidad de importar gas a costos cada vez más altos es sumamente perjudicial para el país y los argentinos.
Por un lado, Herrero anticipó que las subas que estimó entre el 30 y 40 por ciento “para el consumo domiciliario va a afectar el costo de la canasta familiar y para el gas industrial también es malo porque provoca que los productos argentinos tengan más incompetencia”.
La situación ya fue de extrema gravedad el año pasado. El total de importaciones de gas de la Argentina representó casi el 7% de todas las compras que hizo el país al exterior en 2012 y representan un 60% más de las divisas medidas en dólares que se utilizaron un año antes, cuando se gastó 2.926 millones de dólares. Ese aumento representó para 2012 al 37% del saldo comercial anual, el indicador de la macroeconomía que el Gobierno mira para saber de cuántos dólares dispondrá y hasta qué punto debe insistir en el cepo cambiario.
Negocios con la venta de hidrocarburos
A pesar de que la crisis energética y el abastecimiento de gas en la Argentina están en una situación preocupante, no se dejan de hacer negocios con el gas que se compra a altos costos en el exterior. Paralelamente, el abastecimieto de gas en los hogares y en las industrías es peor.
“Estamos importando gas natural licuado líquido en la planta regasificadora de Bahía Blanca e inmediatamente se convierte en gas y se manda por el puerto de Ingeniero White a Brasil a la central térmica de la empre sa norteamericana AES en Uruguayana para convertirlo en energía”, dijo a Hoy el especialista en Energía Feliz Herrero.
Según el cofundador del grupo Moreno, “esto es favorable para los que ven el producto como compra y venta y no como un servicio para la gasificación, mientras que en nuestro país el servicio de gas es deficiente y no hay un proceso de industrialización”.
