Los intendentes del oficialismo no previeron las inundaciones y la cosecha de soja será menor.
Las copiosas lluvias de las últimas horas en casi todo el país produjeron en capital y conurbano severas inundaciones, dos muertos y varios miles de evacuados.
Por otra parte, el impacto del fenómeno sobre la economía es grande, retrasándose la siembra de la soja por la serie de precipitaciones no habituales que se vienen dando desde agosto. La pérdida de la cosecha estaría en el orden del 35%. En Buenos Aires, uno de los pocos distritos en el que no fue necesario recurrir a evacuaciones fue Malvinas Argentinas. Es que su intendente Jesús Cariglino construyó canales aliviadores, a diferencia de muchos intendentes que debieron recurrir a evacuaciones masivas. De hecho, muchos intendentes kirchneristas gastaron en otras prioridades los recursos propios y también los que les enviaron Julio de Vido y José López para construir canales aliviadores y ahora sufren las consecuencias de una lluvia de 118 mm en pocas horas. El caso viene a cuento de que Cariglino se afirma hoy como candidato a encabezar la eventual alianza entre el PRO, el peronismo anti K y hasta el cobismo.
Una cosecha en crisis
Como era de suponer, los kirchneristas se deleitaron atacando a Mauricio Macri por las inundaciones en Belgrano y Núñez. Sin embargo, en Palermo, donde funciona el canal Maldonado, la inundación fue menor que en otros años. Y en los casos de Belgrano y Núñez, hace años que el jefe de gobierno le reclama a la Casa Rosada que le avale préstamos para un canal aliviador en el arroyo Vega, cosa que hasta ahora no sucedió, por la mezquindad del oficialismo.
Hay que tener en cuenta que el año pasado se produjo una sequía que fue desde agosto hasta los primeros 20 días de enero pasado, la que redujo la cosecha de soja a solamente 37 millones de toneladas, nunca reconocidas por el gobierno, que sigue insistiendo en que fueron 41 millones sobre los 55 esperados. Este año, los economistas oficialistas venían anunciando nuevamente 55 millones de toneladas pero en agosto llovió 120 mm y en septiembre y octubre siguió igual. Como resultado, todavía no se sembró la cosecha de soja, lo que debió empezarse a hacer el 1 de octubre. Pero encima se anuncian copiosas lluvias hasta fin de año y para el primer semestre del 2013. Es decir que después de una gran sequía ahora se produce una inundación que impediría la gran avalancha verde que los economistas y el gobierno anunciaban con bombos y platillos para contar con una recuperación acelerada de la economía. Por su parte, la reactivación de Brasil, que hasta ahora sigue lenta, limita las exportaciones de autos y acero. El mito kirchnerista de que habrá una segunda recuperación del gobierno, como en el 2010, empieza así a desmoronarse.
