Sus líderes dicen que el alza de precios ronda el 25%, la cifra que negó la Presidenta; los reclamos figuran en el documento inicial del sector. Ninguno de sus dirigentes cree en las mediciones del Indec. Para la mayoría de ellos, la inflación es superior al 20%. Tampoco reconocen la valuación oficial del dólar. Piden una reforma tributaria porque consideran que se está perdiendo el poder adquisitivo del salario. Reclaman paritarias "libres", aunque acordaron a raya con la referencia que trazó el Gobierno, entre 18 y 24%.
Cuando sólo faltan tres días para su surgimiento, la CGT afín al kirchnerismo aún no logró decidir quién será su líder, pero sí pudo unificar su postura sobre cuestiones concretas, reflejadas en un documento de 16 puntos al que adhirieron los sindicatos. "No creo en el Indec. Tenemos la canasta básica metalúrgica, y la inflación que nos da está entre 23 y 24%", dijo el jefe de la UOM, Antonio Caló, candidato a conducir la nueva CGT.
Cuando sólo faltan tres días para su surgimiento, la CGT afín al kirchnerismo aún no logró decidir quién será su líder, pero sí pudo unificar su postura sobre cuestiones concretas, reflejadas en un documento de 16 puntos al que adhirieron los sindicatos. "No creo en el Indec. Tenemos la canasta básica metalúrgica, y la inflación que nos da está entre 23 y 24%", dijo el jefe de la UOM, Antonio Caló, candidato a conducir la nueva CGT.
Casi la misma cifra que, según la Presidenta, "si fuera cierta, el país estallaría".
El estatal Andrés Rodríguez (UPCN) también apuntó contra las mediciones oficiales de la inflación. "Cuando vamos a una paritaria, no hablamos de la oficialidad del Indec, sino de lo que nosotros percibimos realmente", dijo días atrás. Este año, Rodríguez firmó con la presidenta Cristina Kirchner un suba salarial del 21 por ciento.
El punto siete del documento común de la central antimoyanista sostiene que los sindicatos deben ser "agentes activos para reducir los efectos nocivos del alza de precios". Una manera sutil de reclamar participación para intentar contener a la inflación. Y, por supuesto, una muestra de que la preocupación está latente.
Pese a su cercanía con el gobierno de Cristina Kirchner y su oposición a Hugo Moyano , para los miembros de la nueva CGT, el Estado "es un ocasional aliado", y los gremialistas no deberían aspirar en la política más allá de "funciones partidarias o legislativas".
La demanda por elevar el umbral del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias será un tema clave para los integrantes de la central gremial que nace este miércoles. Un reclamo que comparten con Moyano y con la CTA antikirchnerista.
El docente Horacio Ghilini impulsa una modificación del sistema tributario. "Es necesario establecer un criterio que permita actualizar periódicamente el mínimo no imponible, porque, de lo contrario, se pierde el poder adquisitivo", expresa Ghilini, en un estudio que elaboró para la CGT y que fue acercado al director de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), Diego Bossio.
Durante la última negociación por el alza del salario mínimo vital y móvil, los gremios unificaron su posición y pidieron por una mejora del seguro de desempleo. No la obtuvieron. Pero, por lo menos, fue una manera de alertar sobre los coletazos de la crisis económica y las posibles suspensiones o despidos de trabajadores.
La ambición de Moyano por ocupar cargos políticos de jerarquía con sus hombres y hasta sus nada disimulados deseos de llegar alguna vez al sillón de mando de la Casa Rosada fueron cuestiones que dividieron al movimiento obrero en los últimos tiempos.
Tal vez por eso, la CGT oficialista creyó conveniente fijar su posición de antemano y evitar futuras tensiones con el núcleo del kirchnerismo, como sucedió con el jefe camionero cuando en 2011 sus hombres fueron relegados de las listas de candidatos.
"La CGT tiene derecho a proyectar algunos de sus cuadros hacia funciones partidarias y/o legislativas, pero no como fin en sí mismo: su razón de ser no es convertirse en un partido político", se destaca en el apartado 14 del documento gremial. Y más adelante, se advierte: "Se debe tener una política independiente y autónoma respecto de quienes gobiernan, aunque el Estado puede ser ocasional aliado".
"Me río cuando dicen que somos la CGT Balcarce. Algún mote le tienen que poner. El tiempo dirá si ésa es la realidad", dijo Caló a LA NACION.
En un acto en La Matanza, el metalúrgico argumentó las razones por las que es un devoto kirchnerista. "En el año 2001, la UOM estaba destruida. Teníamos 60.000 afiliados y estábamos en concurso de acreedores con 200 millones de pesos en deuda. Ahora, gracias a Néstor Kirchner, tenemos 230.000 afiliados, el concurso casi cerrado y un patrimonio de 500 millones de pesos por si hay algún avatar en el país", señaló.
Algunos de los nuevos socios sindicales del kirchnerismo ya conocen de qué se trata estar cerca del poder: muchos de ellos formaron parte de la CGT afín al ex presidente Carlos Menem. Incluso, dos de sus principales espadas, como Gerardo Martínez (Uocra) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), también fueron funcionarios gubernamentales en los años 90.
La re-reelección presidencial, el proyecto oficialista sobre las ART (Riesgos del Trabajo) y el nuevo sistema de reintegros de fondos para las obras sociales sindicales son algunos de los temas en los que hasta el momento la CGT antimoyanista no expresó en público una postura uniforme.
No será sencillo ponerse de acuerdo hasta que no se resuelva el conflicto por la conducción, aún surcado por las internas entre "los Gordos" (grandes gremios), los independientes (estatales y la Uocra) y los ex moyanistas que lidera Omar Viviani.
RADIOGRAFÍA DE LA NUEVA FUERZA GREMIAL
El miércoles se conformará la CGT aliada al Gobierno y enfrentada a Moyano
Antonio Caló
El líder de la UOM es el principal candidato a conducir la nueva CGT, pero las internas gremiales se ahondaron en los últimos días y aún no pudo garantizarse el apoyo para ser elegido.
Por qué se unieron
En abril decidieron desbancar a Moyano. Tienen el visto bueno del Gobierno para ser los interlocutores gremiales. Se quejaron del personalismo del camionero y de su alejamiento del kirchnerismo.
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Sindicatos
Integran esta facción cegetista. Entre ellos, los obreros de la Uocra, los metalúrgicos de la UOM, comercio, los estatales de UPCN, los taxistas, Luz y Fuerza y Sanidad.
¿MOYANO 2013?
En su plan para enfrentar al Gobierno, el jefe de los camioneros, Hugo Moyano, empezó a analizar la opción de ser candidato a diputado en 2013, algo que descartaba hasta hace poco.