Mientras tamberos e industriales pujan por el precio de la leche, los supermercadistas aplican un margen de ganancia escandaloso. La situación del sector es crítica: los precios de la materia prima al productor están congelados, al tiempo que el atraso cambiario complicó severamente a las industrias lácteas. Las protestas que se vienen. Que el sector lechero argentino está en crisis no es ninguna novedad. Pero lo que sí resulta novedoso es que a casi 7 años de iniciada la intervención del Gobierno nacional en el mercado, el negocio ahora se encuentra, quizá, en la fase más crítica y terminal. Esto porque, según aseguran especialistas del sector, miles de productores tamberos irán directamente a la quiebra sino reciben un aumento sustancial en el precio de la leche en las próximas semanas (que ronda actualmente los 1,50 $/litro).
Dicho valor -abonado por la industria láctea a los tamberos- viene manteniéndose en el mismo nivel desde hace un año y medio atrás (período en el cual se acumuló una inflación del 37%) a pesar de algunos fallidos acuerdos de precios del Gobierno.
De esta manera, el aumento real de costos que tuvo que afrontar la producción lechera nacional no pudo ser compensado con una suba de precios que permita –sobre todo a los tambos de menor escala financiera- seguir en pie en la actividad.
En el marco de la intervención oficial, esta situación no es la primera vez que se repite. Durante el período 2008/2010 cerraron en la Argentina cientos de tambos debido al congelamiento de precios que impuso el Gobierno en un contexto inflacionario.
Pero ahora, a diferencia de 2008/2010, la situación es aún más grave porque los precios internacionales de los principales productos lácteos registraron fuertes bajas y, convertidos a pesos, son bajísimos a causa del creciente atraso del tipo de cambio.
Es decir, las industrias lácteas, que antes se beneficiaron pagando precios bajos a los productores, en este momento están atravesando serios inconvenientes económicos por el atraso cambiario y por las fuertes presiones inflacionarias a nivel interno.
Para tener una idea de la caída de precios, según datos del Senasa, en julio pasado se declararon exportaciones argentinas de leche en polvo entera a granel por un valor promedio ponderado de 3341 u$s/tonelada versus 4103 u$s/tonelada un año atrás.
En este escenario, se genera una puja entre la industria –que intenta mantener sus ingresos por medio de ajustes en los precios-, y los tamberos -quienes, por su parte, intentan defender su posición por medio de marchas, manifestaciones y bloqueos-.
Además, otro aspecto que genera un alto grado de tensión en el sector es que se acerca el momento del año (la primavera) en el cual se registra la mayor oferta estacional de leche por lo que los precios de la materia prima suelen disminuir.
“Es imposible seguir produciendo en estas condiciones. Es necesario que la industria tome conciencia y recomponga el precio”, sostuvo a La Política Online el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) Rubén Ferrero.
Comos sea, hay un actor de la cadena de valor que mira de reojo toda esta situación y viene aplicando, sistemáticamente, aumentos en línea con la inflación real. Se trata de los supermercados, el eslabón más favorecido por la política de intervención oficial.
Actualmente el litro de leche en sachet de primera marca en las principales cadenas de supermercados de la ciudad de Buenos Aires cotiza entre 6 y 7 pesos, un valor, inclusive, más caro del que se registra en Estados Unidos y en Europa.
Pero en los productos donde es más grande el margen de ganancia es en los quesos que no bajan, dependiendo el tipo y la marca, de los 40 o 50 pesos por kilo y se convirtieron de esta manera en alimentos de lujo fuera del alcance de las clases populares.
Vuelven las protestas
Así las cosas, y por todas las cuestiones antes mencionadas, esta semana se espera que se intensifiquen las protestas de los tamberos en distintos puntos del interior del país, según lo determinado en las últimas asambleas de productores.
“La situación de los tamberos no puede seguir así. Esperamos que el Gobierno reconozca esto y empiece a darnos soluciones, o se profundizará el reclamo”, advirtió el dirigente de Federación Agraria Guillermo Giannasi.
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Este martes, la Mesa Nacional de Productores de Leche (MNPL), integrada por las cuatro entidades rurales, volvió a ser citada a un nuevo encuentro con funcionarios del Ministerio de Economía.
“La falta de cumplimiento industrial tanto en la forma, como en los valores a pagar sobre la producción de julio, podrá generar medidas de acción directa por parte de los productores”, señaló la MNPL.
Por su parte, el Centro de Industrias Lácteas (CIL) salió al cruce de tales manifestaciones y afirmó mediante un comunicado de prensa que “las amenazas no son la forma de solucionar los conflictos”.