HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

martes, 14 de agosto de 2012

LA SOVIETIZACIÓN Y EL RODRIGAZO A LA VUELTA DE LA ESQUINA.


Fuentes de Olivos sostienen que no hay nada peor para nuestra presidente que los lunes por la mañana, cuando está bajo el influjo del programa de Jorge Lanata y, sobre todo, de las imitaciones de su figura que realiza Fátima Flores. Es que el trabajo de ésta ridiculiza la alicaída imagen positiva presidencial sin que Cristina pueda hacer nada. Tal vez, ante la imposibilidad de clausurar Canal 13, la semana pasada ella ordenó el avance contra Cablevisión para golpear fuerte en la caja del grupo Clarín. Cablevisión es la empresa del grupo que más factura, junto a Fibertel. CFK parece seguir el consejo de Ernesto Laclau: “No te enamores de la democracia porque tiene límites.” De ahí la profundización del autoritarismo que se viene produciendo desde el 23 de octubre pasado en distintos campos de la economía y de las libertades públicas. También la justicia sigue recibiendo golpes, ya que el gobierno decidió desobedecer las sentencias, no sólo las que disponen pagos a los a los jubilados sino todas aquellas que contraríen al poder.
Camino sin retorno

Aparte del programa de Lanata, hay un término que enfurece a la presidente y es la sovietización del gobierno. Acusación ésta que hicieron últimamente Roberto Lavagna, Aldo Pignanelli y varios destacados analistas políticos. La sovietización alude al actual proceso de estatización de la economía y la política a través de un autoritarismo descontrolado. Por ejemplo, cuando la presidente anunció con bombos y platillos por la cadena nacional la actualización de los precios del gas de boca de pozo solamente para producir el GNC que apenas abarca el 7% del mercado. El GNC pasó de 0,15 centavos de dólar a 0,60, un precio levemente superior a los 50 centavos que cuesta el gas domiciliario. Además, están los 4 dólares que se le cobran por millón de BTU a las grandes empresas y los 2 dólares para las medianas, que hacen un promedio de 2,80 dólares por millón de BTU. Pero la presidente se puso furiosa porque La Nación publicó que habría un aumento del 300%, una noticia positiva que fue apoyada por el grupo de los 8 ex secretarios de energía que hace tiempo que aboga en este sentido. Es más, también piden que se aumente el gas en boca de pozo en la totalidad del mercado a 5 ó 6 dólares el millón de BTU. Esto comprendería al GNC, el gas oil y el gas domiciliario. Con respecto a esto último, en el Brasil la tarifa de gas es 27 veces más alta que en la Argentina y en Chile 20 veces más alta. Da la impresión, entonces, de que nos encaminamos poco a poco hacia un “rodrigazo”. Otra palabra que pone furiosa a la presidente, porque cada vez se aproxima más a la realidad. Y ella está enojada con la realidad, ya que las tarifas están bajísimas, lo que vale también para trenes, subtes y colectivos. A todos estos servicios el gobierno se los quiere sacar de encima traspasándoselos a la Capital Federal y Buenos Aires. En el resto del país la situación es distinta, porque ya rigen tarifas de 3,50 el boleto.

Para evitar que la realidad lo golpee de lleno, el gobierno acude a la sovietización, es decir, más controles al tipo de cambio y a las empresas a través del superente que va a dirigir Axel Kicillof, a quien ella le dice con sorna que es marxista. Mercedes Marcó del Pont tampoco se queda atrás y les ordenó a los bancos privados que le envíen los balances y los planes de sus futuras inversiones. Finalmente, la nueva estrella naciente, la titular de la Casa de la Moneda, Katya Daura, se hizo cargo de la ex Ciccone para poder encubrir mejor a su jefe y amigo Amado Boudou.

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