HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

viernes, 17 de agosto de 2012

CHICOS QUE DEJAN LA ESCUELA

El porcentaje de adolescentes de los sectores más postergados que no estudian ni trabajan es cada vez más alto, lo que constituye un problema social, cultural y educativo de gran magnitud. El deterioro de la educación pública argentina, especialmente en el nivel medio, es un problema que se remonta a varios años atrás. La repitencia cada vez mayor o la deserción lisa y llana en los últimos cursos es un fenómeno que se extiende, lo que revela las desigualdades sociales. Un reciente informe del Barómetro de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina indica que, en todo el país, el 97 por ciento de los chicos de los sectores socioeconómicos medios y altos asisten a los colegios y terminan sus estudios, mientras que el 21 por ciento de los que pertenecen a estratos más postergados queda fuera del sistema. La cifra es preocupante, porque demuestra que la brecha entre los que más y los que menos tienen aumentó en vez de disminuir.


Esto resulta grave desde el punto de vista social, económico y cultural. Hay padres que nunca trabajaron y viven de los planes sociales o se ocupan poco y nada de la educación de sus hijos. A la inversa, hay chicos que trabajan con sus padres o en otras ocupaciones, lo que los lleva a dejar las escuelas tarde o temprano.
Como se ve, son muchas las causas que convergen en las situaciones de abandono escolar; de ahí que sea un tema cada vez más complejo de abordar desde una sola perspectiva.
Discriminado por regiones, el informe citado dice que el 17,4 por ciento de los adolescentes del Gran Córdoba no estudia. Tienen entre 14 y 17 años y pertenecen a los sectores menos favorecidos de la sociedad. La mala noticia es que Córdoba se ubica en el nivel inferior al promedio nacional de 2011.
En cuanto al trabajo, mientras en el Gran Córdoba los chicos de esa edad que sólo trabajan representan el 12 por ciento, en el conurbano bonaerense el porcentaje baja al seis por ciento.
Los datos también muestran que en la escuela inicial obligatoria, es decir en el nivel primario, la concurrencia es mucho más alta que en el secundario, que sigue siendo un punto crítico del sistema educativo en la Argentina.
Para muchos especialistas, este retroceso educacional va a ser muy difícil de remontar, pues repercute en el futuro de toda una generación. Esa misma dificultad lo convierte en uno de los máximos desafíos de las políticas de Estado de cara a los próximos años.
Habrá que afrontar ese desafío, si el país quiere volver a tener un alto grado de desarrollo educativo, cultural, económico y tecnológico como el que tuvo en otros tiempos y que lo llevó al primer puesto de América latina.
No se trata únicamente de un reto para el Estado o para el actual gobierno, sino también para los colegios privados, las empresas y la sociedad en su conjunto. Es inadmisible que siga aumentando la brecha entre ricos y pobres y que haya cada vez más adolescentes que abandonen la escuela en la Argentina.

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