Pedirían la renuncia del gobernador a la presidencia del PJ. Ayer Hugo Moyano repolitizó su discurso, que el 27 del mes pasado en Plaza de Mayo había tenido un mesurado tono de protesta sindical. Con la CGT partida en tres y un panorama sindical de creciente fragmentación, el líder de los camioneros optó por pagarle al gobierno con la misma moneda. El cristinismo impulsó la partición gremial para debilitar a Moyano y ahora éste propone dividir en el 2013 el voto peronista para acorralar al gobierno. Sin embargo, estas intenciones políticas parecen diferir sustancialmente con las de su aliado Daniel Scioli. Demostrando una vez más su capacidad para absorber el castigo sin inmutarse, el gobernador no se aparta de su tradicional estrategia.
Está dispuesto a soportar todas las agresiones del cristinismo hasta que se agote el proyecto reeleccionista. Entonces, se supone que la dirigencia del PJ lo buscará como el único presidenciable para el 2015. Pero este plan está en riesgo, porque la presidente aceleró la confrontación. Si el desgaste de la gestión provincial sigue a este ritmo, le será muy difícil resistir en la gobernación hasta después de la elecciones del año que viene.
Está dispuesto a soportar todas las agresiones del cristinismo hasta que se agote el proyecto reeleccionista. Entonces, se supone que la dirigencia del PJ lo buscará como el único presidenciable para el 2015. Pero este plan está en riesgo, porque la presidente aceleró la confrontación. Si el desgaste de la gestión provincial sigue a este ritmo, le será muy difícil resistir en la gobernación hasta después de la elecciones del año que viene.
En este sentido, la convocatoria de ayer de Moyano preanunciando la ruptura del PJ contribuye a agravar la delicada situación de Scioli. El cristinismo le da crédito a cuanta conspiración se comenta y a partir de ayer tiene elementos como para suponer que el ex motonauta y Moyano impulsarán el año que viene listas de candidatos paralelas a las del Frente para la Victoria. Justamente de esta alternativa ya habrían conversado con el gobernador Francisco de Narváez y Jesús Cariglino. El sciolismo estaría convencido -y mucho más desde que empezó la crisis de los aguinaldos- que en el 2013 las listas de candidatos a legisladores, tanto nacionales como provinciales, se redactarán con la lapicera de Cristina. De esta forma, será practicamente imposible que los dirigentes que responden al gobernador sean candidatos. La salida de éste para contar con legisladores propios sería entonces colocar a sus dirigentes en listas disidentes, patrocinadas por De Narváez, Cariglino, Camaño y, obviamente, Moyano.
Quemar las naves
Así las cosas, con su incendiario discurso de ayer, Moyano parece haber dinamitado las pocas posibilidades que existían de que mejoraran las relaciones entre la presidente y Scioli. En política no abundan las casualidades ni los gestos espontáneos. Más bien da la impresión de que el jefe de los camioneros se propuso quemarle las naves a su aliado, destruyendo sus posibilidades de dar marcha atrás en su conflicto con la Casa Rosada. Después de escuchar el discurso de ayer en la cancha de Ferro, los talibanes de Olivos ya tienen la prueba de la “traición” que imaginaban. El propio Moyano, aliado de Scioli, acaba de “confesar “ en público su plan destituyente: vaciar de votos al Frente de la Victoria para acelerar así la caída del gobierno. Es difícil saber si, además de la desconfianza, Moyano tuvo ayer otros motivos para pisar el acelerador. Pero no hay duda de que consiguió hacer ruido. Anoche un importante diputado cristinista habría sugerido en una reunión que Scioli debe renunciar inmediatamente a la presidencia del Consejo Nacional del PJ. No se descarta que en los próximos días varios voceros oficiales le exijan que dé ese paso al costado. Las posibilidades de paz en Buenos Aires son ahora tan remotas como en Siria.
