La caída de la producción empezó a generar el cierre de varias fábricas. Se acrecienta el número de trabajadores despedidos y suspendidos. Como viene adelantando este medio, la desaceleración económica y la crisis que se empieza a vislumbrar con el paso de los días generaron sus primeras consecuencias en las fuentes laborales ligadas a la producción de alimentos. La falta de mercados y los altos niveles de inflación se convierten en una mordaza para el empresariado local, que no ve alternativas para incentivar la oferta.
El problema de los mercados no queda reducido a la relación comercial con Brasil, principal socio argentino. La eclosión económica que afecta a Europa tuvo su repercusión directa en la actividad pesquera, la cual ubica gran parte de sus productos en el Viejo Continente. A la falta de mercados se le suma que durante 2012 el aumento de los costos de mano de obra aumentó un 25%.
En ese sentido, el alto precio del petróleo, las retenciones (5% en filetes de merluza y 10% en el resto) y la caída de la demanda española dejaron en una situación complicada a un sector que está volcado en un 85% a la exportación.
Ni las empresas K pueden evitar el colapso
La empresa Conarpesa, sospechada de financiar la campaña electoral de Néstor Kirchner, envió la semana pasada telegramas de despidos a noventa trabajadores que desarrollan tareas en las instalaciones de Santa Cruz.
De todas formas, la compañía, con sede en Caleta Olivia, mantenía sus instalaciones abiertas para conservar los permisos de pesca y la ayuda de fondos de Nación.
La industria aceitunera, al borde del derrumbe
El cierre del mercado brasileño en lo que hace a la producción aceitunera dejó al borde del abismo a una empresa emblema del sector como es Nucete. Agro Aceitunera, una de sus compañías con sede en la provincia de La Rioja, anunció semanas atrás el cierre de su planta, dejando a cerca de 500 trabajadores en la calle. Días después, en una negociación con el Gobierno nacional, decidió retomar la producción, pero advirtiendo que la situación de fondo continuaba sin resolverse.
En declaraciones a la prensa, José Nucete, presidente de la principal productora de aceitunas del país, aseguró que el cierre no fue “por capricho, sino porque no había nada para hacer, no se podían cargar camiones porque no había pedidos desde Brasil”.
“Con la inflación y el dólar que tenemos, es imposible trabajar. Si esto no cambia, tenemos los días contados”, sostuvo el empresario, quien afirmó que la situación actual es la peor que le ha tocado vivir desde que llegó al país en 1947.
Los problemas para Nucete se presentarán en el corto plazo, ya que desde la compañía aseguraron que todavía no tienen resuelto cómo pagar los sueldos de junio y el aguinaldo.
La producción de miel, en retroceso
Los números que arrojó la producción de miel en La Pampa son alarmantes. Cayó 22 por ciento en las dos últimas campañas, a causa de los problemas de la sequía del mes de enero, pero también de los insumos cada vez más elevados.
La última campaña arrojó una producción de 5.250 toneladas, mientras que en años anteriores se llegaron a exportar más de 9 mil toneladas.
Otros causantes de la caída del nivel de actividad son el corrimiento de la frontera agropecuaria y la incidencia de nuevos agroquímicos que provoca que miles de colmenas migren desde lugares muy distantes.
En ese sentido, quedan hoy apenas 636 criadores de abejas activos en esta provincia, de 1.238 registrados en la Dirección General de Rentas (DGR) la década pasada.
Lo normal en la zona núcleo provincial es entre 30 y 35 kg por colmena, pero este año no se superaron los 20 kg, dejando al apicultor en situaciones económicas difíciles de sobrellevar.
A esto hay que agregar que durante la última reunión en Ginebra de la Organización Mundial de Comercio, la Unión Europea ratificó las restricciones a las exportaciones de miel y biodiesel argentinos.
Alarmante caída de las exportaciones de vino
Según distintas consultoras, en los primeros cinco meses del año las exportaciones de vino fraccionado de Argentina habrían caído en volumen en siete de sus diez principales mercados (Estados Unidos, Brasil, Reino Unido, Países Bajos, México, Suecia y Suiza).
Según estiman empresarios bodegueros de Mendoza, entre 2003 y 2008 la producción de vino embotellado creció en volumen a una tasa de 20% anual; en 2009 y 2010, un 10%; en
2011 cayó 3,6%; y en lo que va de este año, acumula una drástica caída de 4,5%.
La situación es compleja: además de la merma de competitividad, la reducción de 180 a 90 días del plazo para ingresar divisas y las trabas para comprar dólares o enviar pagos al exterior hacen que la industria del vino tenga numerosos problemas para sostener la producción.
Además, la decisión de Brasil de incluir al vino en el sistema de licencias no automáticas fue un golpe grande, ya que les corta a las bodegas un mercado vital, por su cercanía.
Pero el dato más preocupante es que entre los mercados en caída se encuentra Estados Unidos, el principal destino de los vinos nacionales. Los envíos a ese país se redujeron un 7,9% entre enero y mayo de 2012, en comparación a igual período de 2011, pasando de 3.249.526 a 2.994.365 cajas de 9 litros.
La lechería, en riesgo
Como adelantó Hoy, la producción lechera en el país está atravesando una situación delicada, que se vio reflejada en los bloqueos que los tamberos vienen realizando en distintas plantas de Córdoba y Santa Fe.
En el contexto de cierre de varios tambos, las empresas decidieron reducir el pago a los productores del litro de leche de $ 1,55 a $ 1,37, situación que generó la reacción de distintas entidades del campo, entre ellas la Federación Agraria Argentina. Incluso, desde las organizaciones rurales no descartaron que las protestas puedan extenderse a otras provincias, entre las cuales se encuentra Buenos Aires.
Personal de McCain protestó contra suspensiones
Personal de la empresa alimenticia McCain se manifestó ayer en el cruce de las rutas 226 y 55 en Balcarce en reclamo de una solución al conflicto generado a partir de la aplicación de trabas comerciales por parte de Brasil que impiden el ingreso de las papas prefritas supercongeladas.
Las disposiciones del gobierno de Dilma Rousseff fueron adoptadas como represalia a las medidas impuestas por el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, quien viene impidiendo el ingreso de algunos productos brasileños.
La jornada de protesta llevada a cabo por los trabajadores se da en el contexto de que hoy se vence el acuerdo alcanzado con la empresa por el cual el personal suspendido cobrará la totalidad de los salarios. Según se supo, si el conflicto no se soluciona, los empleados que se desempeñan en las líneas de papas prefritas gozarán de vacaciones anticipadas, según lo determinó la empresa, la cual aseguró que hace dos meses que no puede vender dichos productos al país vecino.
