Supongo que habrán tomado nota de la situación y tomarán cartas en el asunto, porque era evidente y alevoso lo que se estaba haciendo a pocas cuadras de una comisaría", señaló ayer el fiscal general de San Nicolás, Héctor Tanús, respecto del operativo que la Justicia bonaerense realizó el sábado en un bunker de drogas que funcionaba en el barrio Las Flores donde se incautaron doce kilos de cocaína fraccionada para su venta. El funcionario judicial señaló que la boca de expendio desbaratada en el sur rosarino abastecía a vendedores de droga del norte de la provincia de Buenos Aires, aclaró que no es la primera vez que ingresan por esa razón al territorio santafesino y añadió que no se pidió la colaboración de la policía rosarina por presumir que eso podría haber hecho fracasar el allanamiento.
El sábado a la tarde, la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 1 de San Nicolás, también conocida como fiscalía temática de drogas, encabezó un operativo contra un búnker que vendía drogas en la villa La Granada. Del operativo sólo participaron efectivos de la policía bonaerense (Grupo Halcón y Superintendencia de Investigación de Drogas Ilícitas) que ingresaron al barrio escondidos en un camión volcador de la Municipalidad de Ramallo.
Fuentes allegadas al caso revelaron que en el lugar, además de la cocaína, se encontraron anotaciones que daban cuenta de un movimiento económico de hasta 120 mil pesos diarios. Además, se presume que la droga incautada provenía directamente de una cocina y llegaba a los compradores a muy bajo precio, lo que permitía a vendedores de San Nicolás o Ramallo márgenes de ganancia superiores al 50 por ciento.
Origen. La investigación que culminó con el allanamiento en Las Flores se inició en marzo. "Se había establecido que la droga que circulaba en San Nicolás venía de Rosario. Había varios procedimientos que indicaban eso, incluso meses atrás hicimos allanamientos similares en Villa Constitución y Arroyo Seco. Finalmente, hubo un caso que nos terminó llevando al lugar allanado el sábado", relató Tanús en referencia al origen del operativo en La Granada.
El fiscal general de San Nicolás añadió que la investigación iniciada por la fiscal temática nicoleña Verónica Marcantonio continuará en todo lo relacionado con la venta de droga en esa jurisdicción. Pero si surgiesen más datos a investigar en Rosario eso debería ser tomado por la Justicia federal local.
—¿Por qué razón no hubo detenidos?
—Porque costó mucho ingresar al lugar. A cuatro cuadras ya había personas vigilando que comunicaban al bunker sobre cualquier movimiento extraño, e incluso se sabía que la puerta del sitio estaba custodiada por un par de patovicas. Por eso se dispuso que el personal policial entrara escondido en un camión volcador. Luego, una vez frente al quiosco, hubo que romper puertas de hierro enchapadas de acero que estaban bloqueadas con cemento. Eso le dio tiempo a la gente que estaba adentro para que pudiera escapar por atrás. La policía que intervino tampoco conocía los pasillos y el entorno tampoco ayudaba, ya que había vecinos que recibieron muy mal la presencia policial, lo que hace pensar que habría cierta aceptación de ese negocio en el barrio.
—Entre los elementos secuestrados hubo datos que hablaban de un movimiento económico importante y de bajos precios de venta.
—Al parecer se estaba vendiendo a un precio muy accesible y eso permitía a los vendedores de San Nicolás que iban a comprar allí comercializar esa droga con márgenes de ganancia superiores al 50 por ciento. Sin embargo, en ese bunker también se vendía al menudeo, lo que se infiere de la cantidad de autos que se arrimaban al lugar mientras se estaba haciendo el allanamiento.
—Este procedimiento provocó cierto malestar de algunos funcionarios santafesinos, disgustados por haberse enterado del operativo luego de realizado. ¿No hubo contacto con las autoridades de esta provincia?
—No le comunicamos de este procedimiento a la autoridad política porque no corresponde. Se le comunicó al juez federal en turno, que es lo que se hace de rutina. Tampoco se pidió la colaboración a la policía (de Rosario) porque temíamos que el procedimiento pudiera fracasar.
—¿Y luego del operativo tampoco hubo contacto con algún representante del gobierno santafesino?
—No. Pero supongo que habrán tomado nota de lo ocurrido y tomarán cartas en el asunto porque es muy evidente lo que surge de esto... La actividad de este lugar era alevosa y estaba situado a pocas cuadras de una comisaría (en referencia a la subcomisaría 20ª). No puedo demostrar que hubiera connivencia policial, pero es difícil que no se supiera de la existencia de ese sitio...
—¿Fueron identificados quiénes controlaban el búnker desbaratado?
—Tenemos indicios, apodos, datos que son materia de investigación.
