Según estadísticas oficiales, en el país mueren 210 jóvenes por mes por el consumo de sustancias. "Lo que se muestra en los allanamientos sólo es el 10%", dijeron desde Madres contra el Paco. Mientras algunos representantes del oficialismo insisten en darle impulso a la despenalización de la tenencia de drogas para consumo personal en Diputados, el flagelo de los estupefacientes sigue generando preocupación en los sectores más postergados del país, donde la cantidad de muertes ya es alarmante. Las cifras que salieron a la luz en los últimos años no dejan lugar a dudas: Eduardo Lavorato, asesor técnico de la asociación Madres contra el Paco, aseguró -en base a estadísticas oficiales- que en el país fallecen mensualmente 210 chicos y adolescentes adictos a las drogas, lo que se traduce como un promedio de siete muertes por día. VER MÁS
Asimismo, entre las principales causas de los fallecimientos que citó Lavorato en su momento -además de las sobredosis o los accidentes por estar drogados-, asoma el delito, ya que muchos adolescentes recurren al robo para conseguir las sustancias nocivas.
“Esto de que hay venta de drogas en los barrios todo el mundo lo sabe. La Policía lo sabe. La gente que vive en la zona lo sabe. Necesitamos que se realicen acciones”, dijo a Hoy Alicia Romero, coordinadora de Madres Contra el Paco.
Romero también señaló que cada vez se hacen menos allanamientos para tratar de prevenir la venta de estupefacientes a gran escala. “El otro día, la verdad, me dio vergüenza ajena. Agarraron a dos chicos que supuestamente estaban vendiendo droga, con 14 pacos en el bolsillo. Yo no sé si decirle venta o consumo personal, pero es una vergüenza ajena que la Policía haya hecho un allanamiento con esas pequeñas dosis. Lo que pasa es que lo que se ve es el 10% de lo que hay por abajo”.
Para concluir, la coordinadora de Madres del Paco hizo hincapié en la cruda situación a nivel social que viven hoy en día varias familias, cuyos integrantes consumieron o consumen drogas: “Lo que se repite constantemente es que las que vienen a pedirnos ayuda son las madres. Les preguntamos hace cuánto que no hablan con su hijo, hace cuánto no los escuchan… Hay una parte de la sociedad en la que estamos tratando de saber qué les pasa a los pibes, qué es lo que necesitan. Qué es lo que tendríamos que hacer los adultos para que no tengan acceso a las drogas y sí a la educación, al fútbol y a otras actividades”.
“Tenemos que replantearnos algunas cosas”
Alicia Romero remarcó a este medio que el factor social influye en la realidad que viven los adolescentes, dentro y fuera del ámbito familiar.
“Creo que tenemos que replantearnos como sociedad que algunas cosas estamos descuidando. Hay una constante: que los pibes cuentan historias. Les dicen sos un inútil que no servís para nada o nadie me quiere porque nadie me va a buscar a la esquina o yo voy, vengo, hago lo que quiero y nadie me pregunta ni a dónde voy ni qué hago”, dijo la coordinadora. Y añadió: “Esto se da también porque estamos en una sociedad en la que necesitamos más dinero porque tenemos que pagar más gastos y tenemos que trabajar más horas. Y al trabajar más horas, pasamos menos tiempo en los hogares, donde, en vez de trabajar el padre, como sucede en la mayoría de los casos, tenemos que trabajar los dos porque tenemos que pagar esto, aquello y lo otro”.
Para Romero, también “hay situaciones de muchas madres que viven solas con sus hijos, que son cabeza de familia. Y ahí tenemos la otra, ¿quién nos cuida a los pibes? Ya no están más las abuelas que cuidan a los nietos, porque también tienen que trabajar para poder sobrevivir”.
