Cristina Fernández reconoció por primera vez las dificultades que atraviesa la economía nacional: habló de “crisis”, “ajuste” y justificó las restricciones a la compra de divisas citando casos similares en Europa. Fue en la presentación del ambicioso plan de créditos hipotecarios, que promete 400 mil casas en 4 años con condiciones promisorias pero con una dudosa financiación y sin haber cerrado acuerdos con las constructoras y empresas del sector. VER MÁS
En cadena nacional, Cristina Fernández anunció la creación del Programa de Crédito Argentino del Bicentenario, un plan ambicioso que se dispone construir 400 mil viviendas en 4 años a tasas accesibles que no existen hoy en el mercado. La presentación del nuevo plan de créditos hipotecarios (no es el primero que anuncia el kichnerismo en sus 9 años de gobierno ni el primero que pone en marcha Cristina, todos ellos pasaron al olvido como la saga de anuncios “Para Todos”) que promete cumplir el sueño de la “casa propia” sirvió para que la presidente instalara la “crisis”, el “ajuste” y las restricciones a la dólares, como consecuencia del impacto de la situación que atraviesa Europa.
"No lo hacemos en cualquier momento (el lanzamiento del plan de créditos), lo estamos haciendo en un momento de dificultades económicas sin precedentes que vienen de afuera", reconoció por primera vez, a contramano del discurso del “mundo que se nos cae encima”.
Como ‘de paso’, Cristina instaló la “crisis” y el “ajuste” y justificó las restricciones a la compra de dólares citando casos similares en Europa. Así blanqueó el cierre de la economía y, una vez más, la importancia del mercado interno. Todo lo hace con la excusa de un plan de viviendas que en teoría es accesible a sectores que hoy se les hace prohibitivo el acceso a créditos pero cuya financiación es un gran interrogante que se suma a los problemas fiscales ya en curso en la economía nacional.
Es un anuncio que el Gobierno, además, espera que cumpla múltiples propósitos.
- Congraciarse con la clase media, privada del “sueño de la casa propia”, un anhelo tan enraizado como la cultura del ahorro en dólares. Especialmente tras los cacerolazos de la semana pasada que motivaron la renuncia de Daniel Reposo y frente a un 2013 donde la Presidente necesita una buena cosecha electoral para acercarse a su sueño de la re-re. No casualmente Kicillof, Bossio y Cristina destacaron que de 2012 a 2013 se harán las primeras 100 mil viviendas.
- También el oficialismo pudo contrarrestrar los planes hipotecarios del Banco Ciudad anunciados la semana pasada y que lograron una alta adhesión y atención mediática. El Gobierno sintió que el macrismo le estaba pegando en un costado flaco del ‘modelo’, el déficit habitacional. En los últimos tiempos la cuestión de la construcción de viviendas sólo llegó a ser noticia por el caso Schoklender.
- Dar algo de dinamismo al exhausto sector de la Construcción, que motorizó el crecimiento de la economía pero que hace varios meses luce agotado y junto con el derrumbe de la industria automotriz hicieron caer a la actividad económica el mes pasado, según la UIA hubo una caída que no ocurría en la Industria desde el 2009.
Las dudas que no cubren el anuncio, que parece prometedor en un contexto de grandes dificultades para acceder al crédito para viviendas, están en la financiación y en la contribución que el Gobierno espera recibir de las empresas ligadas al sector de la Construcción al igual que a los bancos, que fueron cuestionados durante los discursos de Cristina y Kicillof, por no estar “a la altura” (según dijo el viceministro de Economía) de las líneas de crédito lanzadas tiempo atrás por el Banco Nación.
De hecho, Cristina adelantó que el próximo paso en la implementación de este plan será sentarse con las empresas constructoras y ligadas a esa actividad para lograr “acuerdos de precios” para “evitar las avivadas de siempre".
"Son muchas las industrias, pero pocos los dueños, es el capitalismo", señaló la jefa del Estado en el que identificó a un conjunto de "empresas monopólicas" en sectores como el siderúrgico, cemento y aluminio.
Al igual que en el caso de YPF, el Plan de viviendas del Bicentenario tampoco dice -ni prevé- cómo y quién financiará –además del Estado- la construcción de las viviendas y qué empresas y cómo participarán de la construcción según los parámetros enunciados este martes (11/06) por Diego Bossio. Todo parece depender de los “acuerdos de precios” que comenzarían a buscarse el miércoles (12/06).
Otra incógnita es si las arcas de la Anses, el Fondo de Garantías de Sustentabilidad y el Tesoro Nacional (que fue auxiliado por el Banco Central en anteriores oportunidades porque no podía hacerse cargo de los pagos de vencimientos de deuda) están en condiciones de hacer semejante erogación o todo terminará en otro plan acotado como Carne Para Todos, Cerdo para Todos y similares.
La Presidente concretó el plan mediante la firma del DNU 902, el primer en hacer uso de la palabra fue Axel Kicillof, Secretario de Políticas Económicas. Recibido por los cánticos de la UOCRA, JP Evita y Kolina de “Para Cristina la Re-Relección” como para evidenciar la importancia política del anuncio.
Kicillof explicó que el plan de viviendas sería financiado por Anses, el Fondo de Garantias de Sustentabilidad y el Tesoro Nacional y contará para su ejecución con un fideicomiso que dará créditos en condiciones “ventajosas con personas con problemas de acceso a la vivienda y al crédito privado”.
“No hay acceso al crédito para todo el mundo, lo hemos detectado”, dijo el joven camporista aunque intentó remarcar que se duplicó la construcción de viviendas en la presidencia de Néstor y de Cristina.
“El Banco Nación dio créditos a tasas más accesibles” y “sin embargo la banca privada no estuvo a la altura”, se quejó ya que siguieron ofreciendo a tasas “prohibitivas” para la sociedad.
También cuestionó los planes del Banco Ciudad porque se “corre el peligro de generar una burbuja inmobiliaria” y “no se focaliza en la construcción de nuevas viviendas” que es lo que “desencadenó la crisis mundial”. “No hay que lanzar políticas irresponsablemente”, le lanzó al macrismo.
Diego Bossio, titular del Anses, explicó los planes, tasas y demás detalles, según cada caso. También recordó que hace tres años Cristina lanzó un crédito hipotecario de 7.500 viviendas. Dijo que con ese “diseño” hay “un solo moroso”, lo cual no explica la necesidad de un nuevo plan.
Entre algunos detalles, Bossio explicó que los créditos podrán ser solicitados por personas entre 18 a 65 años, sin tope mínimo de ingresos y con plazos entre 20 y 30 años. Los montos que se otorgarán serán hasta 350.000 pesos las tasas van del 2 al 14 % según los ingresos.
“Los terrenos están muy bien ubicados”, prometió y los que no cuenten con ellos podrán adquirir los terrenos fiscales que se sortearán a través de la Lotería Nacional.
Luego Cristina adelantó que buscará ‘acuerdos de precios’ con Minetti, Aluar, Ferrum, etc. Para evitar “avidadas”.
Además se identificarán más terrenos fiscales. Algunos que dijo que estaban en sectores “privilegiados” y que pertenecen al Ministerio de Defensa, Radio Nacional, el Correo, etc.
Cristina, también habló del ajuste y de la crisis, por primera vez, golpeando desde Europa a la Argentina.
Por último, volvió a quejarse del pago del Boden 2012, heredado por su gobierno: “Vamos a pagar en dólares la deuda”, prometió.
