Varias piezas provenientes de Brasil para las unidades que se fabrican en Córdoba, Palio y Siena, están varadas en la Aduana sin poder ingresar al país. Ante esta situación, la empresa italiana decidió suspender a sus trabajadores por dos días. Los directivos decidirán hoy si la medida continúa.
La política de restricción a las importaciones volvió a generar problemas en la planta de Fiat Auto en Ferreyra.Según publica el diario La voz del Interior, varias piezas provenientes de Brasil para las unidades que se fabrican en Córdoba (Palio y Siena) están varadas en la Aduana de Córdoba sin poder ingresar al país.
A raíz de esta situación, la automotriz italiana decidió suspender a los 2.500 trabajadores de esta planta durante las jornadas de este martes y miércoles, informa el matutino.
Los directivos recién decidirán este miércoles si la suspensión se levanta o continúa, ya que hasta el martes no habían precisiones acerca de cuándo se destrabará el lote de piezas, según dijeron fuentes del sector.
Las restricciones a la importación, implementadas desde fines de 2008 por el secretario de Comercio Interior de la Nación, Guillermo Moreno, con el objetivo de proteger la industria nacional y cuidar la balanza comercial, ha generado más de un problema a la planta de Fiat en Córdoba.
Desde el primer semestre de 2009, el presidente de Fiat Auto, Cristiano Rattazzi, viene advirtiendo sobre las dificultades que tiene para importar piezas que no se fabrican en el país, como, por ejemplo, tornillos especiales, destaca La Voz del Interior.
Pero lo que hasta ese momento eran retrasos de 60 días para unos 400 productos, entre 2010 y 2011 se convirtió en una barrera difícil de sobrepasar para la mayoría de las partes que importa la industria.
Estas restricciones son un problema grave porque, en promedio, el componente importado de los vehículos nacionales es de 50 a 60 por ciento, destaca el matutino cordobés.
A esto se sumó que las restricciones a las importaciones en la Argentina provocaron la reacción de Brasil, que respondió de la misma manera, frenando el ingreso de vehículos argentinos a ese país.
Nuevamente, una de las afectadas fue Fiat, que tuvo varios problemas para exportar sus unidades al vecino país, destino casi excluyente de los vehículos que se fabrican en Ferreyra.
Esto provocó que luego de un mes de producción récord, como fue agosto de 2011, la terminal tuviera que suspender en octubre a su personal hasta que el conflicto se destrabó.
Además, se sumaron otros problemas logísticos menores, pero que no habían provocado problemas semejantes, concluye el diario.