Para evitar una protesta de Uatre, el kirchnerismo aprobó de madrugada el estatuto del peón rural. El bloque K de Diputados y sus aliados enviaron al Senado a las 3 de la madrugada el proyecto del Poder Ejecutivo para modificar el actual Régimen de Contrato de Trabajo Agrario, creando un nuevo estatuto del peón rural. Lo decidió después del discurso de Moyano en Huracán. Los diputados de la CGT se asusentaron.
El discurso de Hugo Moyano en el acto de Huracán, que marcó su ruptura definitiva con el gobierno nacional, alteró la agenda parlamentaria que había diseñado el kirchnerismo para aprobar esta semana los proyectos enviados por Cristina Kirchner en extraordinarias.Intempestivamente, el jefe de bloque K, Agustín Rossi, decidió sesionar de continuado y tratar de madrugada los dos proyectos previstos para debatirse hoy: el límite a la extranjerización de tierras y el nuevo estatuto del peón rural, resistido por el gremio de trabajadores agrarios que comanda Gerónimo "Mono" Venegas.
La noticia comenzó a correr por los pasillos del Congreso poco después de las duras palabras de Moyano hacia el Gobierno, que llegaron al mismo tiempo que comenzaba la sesión para tratar la ley para controlar Papel Prensa S. A.
Los tres diputados moyanistas, Omar Plaini, Juan Moyano y Héctor Recalde, se habían opuesto a tratar el nuevo estatuto del peón y no estaban el recinto sino en el palco de Huracán junto al jefe de la CGT. Los dos primeros arribaron varias hors más tarde.
Venegas participó del plenario de comisiones del miércoles y avaló el dictamen de minoría promovido por el ex ministro de Trabajo bonaerense, Roberto Mouillerón, del bloque de Felipe Solá.
El eje del conflicto es el Registro Nacional de Trabajo Agrario (Renatre), conformado por representantes gremiales y de las cuatro entidades y con un presupuesto anual de 120 millones de pesos.
Los moyanistas se solidarizaron con Venegas y no firmaron el dictamen de su bloque. Ni siquera lo hizo Héctor Recalde, presidente de la Comisión de Trabajo, quien se retiró antes pero abogó por buscar un acuerdo con el dictamen de Mouillerón.
El Gobierno pretendía reemplazarlo por otro similar pero con menor presencia gremial y en el marco de una ley que consolidaba nuevos derechos a los peones rurales. Venegas tenía preparada una fuerte movilización para el viernes que no había alterado a la Casa Rosada, hasta que la ruptura de Moyano aceleró los trámites.
A la 1.30, tras aprobar la ley de Papel Prensa, las dedicadas para evitar el financiamiento al terrorismo y la nueva penal tributaria, Agustín Rossi pidió la palabra y no dio lugar a réplicas: "Decidimos tratar ahora el temario que se había acordado para mañana porque muchos diputados son del interior. Tenemos el número así que pido la palabra para el diputado (Juan) Pais", sorprendió.
Julián Domínguez, presidente de la Cámara desde el sábado, que había estado ausente del recinto en las horas previas, acató de inmediato e inició el nuevo debate por la polémica ley del estatuto rural.
El radicalismo se dividió. Sólo los alfonsinistas optaron por quedarse y repudiaron a los gritos la apresurada decisión de Domínguesz, que ni siquiera se sometió a votación. También se fueron el Frente Peronista y el Pro otros monobloques, enfadados por la apresurada alteración del orden del día.
"No me falten el respeto; siéntense en sus bancas", llegó a decir Domínguez ante las airadas protestas de Ricardo Gil Lavedra y Juan Tunessi, autoridades de la bancada radical.
A las 3 de la madrugada el proyecto del Poder Ejecutivo para modificar el actual Régimen de Contrato de Trabajo Agrario, con la creación del nuevo estatuto del peón rural y el fin del Renatre, fue enviado al senado.
Lo hizo con 174 votos afirmativos, 4 en contra y una abstención. El número fue alto (el kirchnerismo no reunió en la semana mas de 140 propios) porque muchos opositores no quisieron tener el estigma de rechazar nuevos derechos a los peones, aunque rechacen la embestida a UATRE.
“El proyecto propicia un trabajo decente”, es “moderno” y “toma las recomendaciones de la Comisión Nacional del Trabajo”, comenzó su defensa País.
También dijo que “se avanzó sobre el contrato de trabajo de prestación continua y discontinua” y “se elimina el período de prueba que quitamos definitivamente del régimen agrario”.
La iniciativa establece jornadas de 8 horas diarias y 44 semanales, así como el pago de horas extras y límites a la jornada nocturna. Fija un descanso semana y prohíbe trabajar desde las 13 horas del día sábado hasta las 24 del día siguiente. Por otro lado, el proyecto “baja la edad jubilatoria de 65 a 57 años” y establece 25 años de aportes.
El dirigente de Federación Agraria Pablo Orsolini adelantó que su bloque no acompañará el dictamen desde el artículo 106 en adelante, cuando se trataba la creación del Renatea, el organismo que reemplazará al polémico Renatre.
Tiempo después, su compañero Ulises Forte lamentó que el tratamiento del proyecto se diera “a escondidas” de los trabajadores rurales. “Me impresiona que en un parlamento no se pueda parlamentar por el apuro de sacar leyes”, dijo.
Forte recordó que el Gobierno bloqueó un aumento del 35% que habían acordado las entidades rurales y UATRE, pero no tuvo la venia de los representantes del Gobierno en la Comisión Nacional de Trabajo Agrario, ratificada en esta ley.
Mouillerón defendió su iniciativa que, remarcó, cuenta con la “representación de los productores y trabajadores rurales”, si bien reconoció que ambos dictámenes “comparten el mismo espíritu”.
Rechazó el ámbito de aplicación el proyecto oficial: "el oficialismo lo establece según un criterio geográfico, pero debería ser según la naturaleza de la actividad rural, ya que el mismo se podría desarrollar en el ámbito urbano".
En segundo orden, el diputado rechazó la “bolsa de trabajo” que propone el proyecto del Ejecutivo. Finalmente, dijo que el otro tema de disidencia es “dejar de lado el RENATRE” (Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores).
El ex ministro de Trabajo agrario, ahora alineado a la bancada minoritaria de Felipe Solá, recordó además que la mayoría de los derechos que se agregan al trabajador agrario en el nuevo estatuto están vigentes por resoluciones de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario. O sea, lo que cambia es sólo el poder que deja de tener Uatre.
“El Renatea es una mala copia de esto lo que desplaza el tripartismo que fue elogiado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Lamentablemente este proyecto subyace un espíritu de venganza”, se lamentó.
Recordó, además, que cuando era ministro de Trabajo participó en varias mesas con su par de Nación Carlos Tomada en la que destacaban la conformación tripartita del Renatre. "Era el Gobierno de Néstor Kirchner", recordó.
Mouillerón rechazó en general el dictamen de mayoría "por su espíritu" pero en el debate en particular, aprobo los nuevos derechos a los obreros rurales.
Nuevo Régimen de Contrato Agrario
Se trata de un proyecto impulsado por el Poder Ejecutivo que busca modificar el actual Régimen de Contrato de Trabajo Agrario, creando un nuevo estatuto del peón rural.
De esta manera, se les reconocería a los peones derechos tales como remuneraciones mínimas determinadas por el Consejo Nacional de Trabajo Agrario, que no podrán ser menores al salario mínimo vital y móvil y establecimiento de períodos y lugares de pago.
Además, se prevé la prohibición del pago en moneda distinta a la de curso legal; la bonificación por antigüedad; la prohibición de deducción del salario del valor de mercaderías provistas por el establecimiento y que la jornada de trabajo no podrá exceder de 8 horas diarias y 44 horas semanales, desde el lunes hasta el sábado a las 13 horas.
Se estipula, también, el reconocimiento de horas extras; el descanso semanal; las condiciones adecuadas de higiene y seguridad; la provisión de ropa de trabajo por parte del empleador y el otorgamiento de licencias de la ley de Contrato de Trabajo y licencias especiales.
Otros artículos establecen la prohibición del trabajo de menores de 16 años bajo cualquier modalidad; la regulación del trabajo adolescente y las condiciones de vivienda digna.
Los empleadores, además deberán garantizar una alimentación de los trabajadores rurales “sana, suficiente, adecuada y variada, según el área geográfica y la actividad que desarrollen”.
Las condiciones del proyecto, según el texto, estarán pactadas en los convenios y acuerdos colectivos de trabajo, “teniendo en consideración las características propias de los distintos sectores, ramas y áreas geográficas que comprende la actividad agraria”.
El punto más polémico es el que elimina el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE), y crear en su lugar un Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (RENATEA).