Cristina Kirchner y María Rachid |
MAMARRACHO DE LA INTOLERANCIA
Zannini le ganó la pulseada a Aníbal por el control del Inadi
El Secretario Legal y Técnico intervino el Instituto contra la discriminación de la mano de un hombre de su riñón, Pedro Mouratian, que había sido echado del organismo por pedido del jefe de gabinete. La renuncia de María Rachid termina con las esperanzas del quilmeño por recuperar algo de poder.
El escándalo del Inadi, como todo conflicto puramente político que atraviesa el kirchnerismo, tuvo ganadores y perdedores en la primera plana del Gobierno nacional.
Como anticipó LPO, Aníbal Fernández quería tomar el control de Instituto a través de su vicepresidenta, María Rachid, que había volcado el directorio del organismo en contra del hasta hoy presidente, el conductor de TV Claudio Morgado.
Pero las intenciones de Aníbal se esfumaron esta mañana, con la renuncia de Rachid, su última aspiración para tener incidencia directa sobre un organismo que controlaba cuando era ministro de Justicia. Como pudo saber este medio, el propio Aníbal le tuvo que pedir la renuncia a la funcionaria.
Con el decreto 756 firmado este mediodía por la propia Cristina Kirchner, Morgado perdió el trabajo en manos del interventor Pedro Mouratian, que supo ser durante cuatro años vicepresidente del Inadi cuando estaba en manos de María José Lubertino, por lo que su vuelta, que durará un máximo de 180 días por tratarse de una intervención, fue tomada como un alivio por los empleados del Inadi.
Mouratian es respetado en la comunidad armenia y, sobre todo, es un hombre de Carlos Zannini. El nexo entre ellos es el número dos del Secretario Legal y Técnico de la presidencia, Claudio Heredia.
Y Mouratian había sido echado justamente por pedido de Aníbal y ejecución de Rachid, hace dos meses. Como explicó este medio, Zannini, furioso, obligó en ese entonces al titular de la cartera de Justicia, Julio Alak, a que lo cobijara como coordinador de Investigación y Capacitación de Políticas contra la Discriminación, un cargo con rango de subsecretaría.
Que la propia presidenta ordene la intervención del Instituto por parte del mismo hombre de Zannini que Aníbal había desplazado es reflejo de la pérdida de poder que viene sufriendo el jefe de gabinete en los últimos meses. Como relató este medio, Aníbal perdió el control de la Policía Federal, ahora en manos de la ministra Nilda Garré, y también la pauta oficial frente a la designación de Juan Manuel Abal Medina como secretario de Medios.
Con la salida de Morgado no hay específicamente grandes perdedores, puesto que el ex conductor de Televisión Registrada llegó al Instituto de la mano de un acuerdo que supo tejer su antigua compañera de bancada en el Congreso, la diputada Silvia Vázquez, de Concertación Forja. Pero como Morgado se peleó con Vázquez, no hay heridos políticos.
El propio Morgado ya preveía un desenlace similar. Fuentes que lo vieron hoy transitar por los pasillos del Inadi, aseguraron a LPO que el ex miembro de El Agujerito Sin Fin estaba tranquilo y repetía que “ya me iba a ir”.
Distinta fue la realidad de Rachid, que esta mañana se topó con una “macumba” que le plantaron desde el movimiento afro. Como dijeron a este portal fuentes presenciales, Rachid se encontró en la oficina con porotos negros, claveles rojos e incienso en su último día de trabajo. Es que la ex titular del la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT), se puso a las organizaciones gays en contra.
Otra de las ganadoras tras este escándalo es Lubertino, que pese a su estilo peculiar, no tuvo que afrontar crisis de esta estirpe en su largo paso por el Inadi. “Ahora la Lubertino parece una estadista”, se quejaban en el kirchnerismo porteño. Es que nunca digirieron que fuera una radical K y no una pingüina de pura cepa.
Fuente: La Política Online