EL SECTOR PRESIONA PARA QUE EL GOBIERNO PAGUE LOS SUBSIDIOS ADEUDADOS
Molineros advierten que puede faltar harina para hacer pan.
De no liberarse las compensaciones retrasadas habrá menos producción. La disolución de la Oncca, en febrero pasado, complicó más la situación.
JULIETA CAMANDONE de EL CRONISTA COMERCIAL
La falta de pago de subsidios a los molinos harineros está generando una crisis en la cadena que puede terminar con la falta del insumo básico para elaborar pan, según alertan desde el sector. El crónico retraso en los pagos de las llamadas compensaciones a los agroalimentos se agravó hace casi un mes y medio, cuando el Gobierno disolvió la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) y dejó sus atribuciones repartidas entre los Ministerios de Economía, Agricultura e Industria. A esta altura, la preocupación de los molinos es mayúscula. En promedio, la demora de pago ronda los 7 meses, pero algunos ya declaran retrasos que casi alcanzan un año. El Gobierno se comprometió a compensar la pérdida que le genera al molinero la compra de trigo a precio pleno al chacarero y vender la bolsa de harina Triple Cero a los panaderos a un precio acordado que ronda los $ 54. La Triple Cero es la harina que se usa para hacer el pan, cuyo precio promedia los $ 6 por kilo, valor que el Gobierno quiere sostener a costa de los subsidios millonarios que se otorgan a la molinería (fueron de $ 3.700 millones entre 2007 y 2010). El mercado está tan atomizado que es difícil conocer el total de lo adeudado, pero las solicitudes se cuentan por miles. En este contexto, los molinos insisten en que no pueden funcionar y alertan sobre posibles faltantes de harina por el cierre de plantas o la suspensión temporal de actividades. Distintas entidades de panaderos consultadas por El Cronista indicaron que en el sector se habla de un freno intencional de la producción para presionar al Gobierno de que libere las compensaciones, pero aún así todos coinciden en que sin las compensaciones, el pan va a subir. Desde una asociación de panaderos que pidió anonimato, indicaron que, sin el subsidio del Gobierno, la bolsa de harina puede llegar a valer hasta $ 75. Aún así, el impacto sobre el precio del pan, dice, sería de $ 1,50. Todavía no se puede determinar cuál sería el aumento del producto si los molinos recortan la producción por elección u obligación pero la situación genera alerta en un momento en que la inflación presiona especialmente sobre los alimentos, más si se tiene en cuenta que una suba, aunque sea puntual, será difícil de retraer cuando la situación cambie. La crisis amenaza el delicado acuerdo de precio pleno al trigo y harina subsidiada al panadero cuando ya se está cosechando el trigo nuevo y hay excedentes de la campaña anterior y faltan compradores por las limitantes oficiales a la exportación del cereal.