HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

sábado, 5 de febrero de 2011

VINO
CALIENTE

Que hay detrás de los piquetes que paralizaron a las plantas cerealeras. “Todo es culpa de hot wine”. Herme Juárez, a quien apodan “vino caliente”, es por estas horas el centro de todas las miradas que intentan explicar lo que parece inexplicable: por qué se pararon una semana las exportaciones del país por un conflicto que siempre estuvo mal planteado. “Puerto sucio” es el nombre con el que ya se empieza a mencionar al ubicado al norte de Rosario a raíz de sus permanentes conflictos. Por los piquetes que impidieron la actividad de al menos diez cerealeras del cordón la última semana se dejaron de exportar granos y subproductos por más de 560 millones de dólares, y hubo pérdidas diarias de más de 2 millones de dólares. Cayó la imagen del país a nivel internacional y hay al menos dos inversiones millonarias para la zona que están paradas.
Levantada la medida después de un reto de la presidenta, todos se preguntan cómo fue que ocurrió si ahora el ministerio de Trabajo de la Nación le da la razón a las empresas que desde el primer momento dijeron que no correspondía negociar salarios con una CGT regional sino con cada gremio en particular en paritarias, que es lo que empezó a hacerse ahora. Si hasta el propio ministro de Trabajo de Santa Fe calificó a este reclamo de “insólito” y dijo que “nunca se había presenciado en el país una crisis de estas características, donde una central sindical encabeza un reclamo para todos los trabajadores”.

Es la política. La explicación más escuchada refiere a que todo fue gestado por Herme Juárez, quien ostenta la doble condición de secretario general del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) y presidente de la Cooperativa de Trabajadores Portuarios de Puerto San Martín. También fue ex intendente de esa ciudad cuando adhería al peronismo, aunque en las últimas elecciones sumó su apoyo al gobernador Hermes Binner y actualmente coquetea con el Partido Socialista a partir de su apoyo en la zona a Gerardo Canseco como candidato a senador departamental; quien a su vez se encolumna detrás de la candidatura de Antonio Bonfati para gobernador. Tampoco es casualidad que al frente de la CGT Regional haya promovido como secretario gremial a Edgardo Quiroga, titular del gremio municipal de San Lorenzo, de excelentes relaciones con el intendente de esa ciudad, Leonardo Raimundo, adherente al Frente Progresista Cívico y Social.

Pero no son esos alineamientos los que hoy importan, sino más bien el manejo que Juárez tiene de la CGT San Lorenzo. En la región aseguran que Cabrera y Quiroga son ejecutores de sus estrategias que, lejos de favorecer a los otros gremios para los que pedía sueldos como el que consiguieron los aceiteros, apuntan a su propio beneficio.

Para quienes sostienen esta teoría, los piquetes fueron armados con la intención de generar un espacio de poder que le permita negociar las tarifas de estiba, un clásico de Juárez que cada marzo vuelve a paralizar el cordón, cada vez que se descuelga con exagerados pedidos de aumentos en dólares.

“Juárez movilizó a la región usando como herramienta a la CGT San Lorenzo”, comentan antes de señalar que resulta curioso que las medidas de acción directa estuvieron enfocadas al sector aceitero, que es el único que cerró paritarias para el 2011. Y ni siquiera hubo una asamblea para que los trabajadores manifiesten si querían hacer una medida de fuerza. En la zona se preguntan por qué Quiroga pide por aquellos que trabajan en los complejos aceiteros y no se ocupa de los municipales de San Lorenzo que tienen un sueldo mínimo muy inferior a los $ 5 000 que justificó el reclamo.

Interna sindical. En el medio aparece la interna sindical. “Juárez quiere hacer una muestra de poderío ante un rival regional de su propio sector, el secretario general de los aceiteros Pablo Reguera y, sin exponer a la Cooperativa, realizar un ablande con las cerealeras de cara a la negociación de las tarifas”. Juárez gestó y lideró el año pasado la destitución de Reguera al frente de la CGT San Lorenzo y auspició el nombramiento de la actual conducción.

El propio Reguera adhirió a la idea de que “no se pueden parar todas las terminales portuarias por un reclamo de este tipo” y lanzó su propia teoría: “Están buscando un cargo político y quieren demostrarle al mundo que van a parar las terminales cuando quieran, aunque sólo tengan cuatro personas en la puerta de cada planta”.

Resulta paradójico que si esa fue la estrategia de Juárez, ahora podría perjudicarlo. Es el problema de tener dos trabajos. Ahora como dirigente del Supa quedó incluido en la negociación paritaria que mejorará las condiciones salariales de los trabajadores de su gremio y de otros dos: la Uocra y Urgara.

De allí surgirán resultados que van a condicionar la negociación de tarifas en marzo. En definitiva los trabajadores para los que se pide son los mismos. Y si consiguen un aumento aplicando los criterios de responsabilidad que marcó la presidenta, difícilmente pueda descolgarse con pretensiones que excedan ese porcentaje. Aunque así, el panorama no parece del todo claro. Cerca de Juárez, aunque en la vereda de enfrente, dicen que como nadie lo controla, con “vino caliente” nunca se sabe que puede pasar.

FUENTE: LA CAPITAL DE ROSARIO

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