En el justicialismo y en la CGT atribuyen la detención de Venegas, y el impulso de las colectoras, a una estrategia del kirchnerismo para quitarles poder. El PJ y el kirchnerismo, enfrentados por la embestida contra los gremios
Elizabeth Peger y Gustavo Veltri El Cronista Buenos Aires
La detención y posterior liberación de Gerónimo Venegas desató una pelea entre un sector del gobierno y los gremios en su conjunto, a pesar de que no compartan el mismo espacio político con el titular de Uatre. El enfrentamiento también repercute en la interna del PJ bonaerense, cuyo titular es el secretario general de la CGT, Hugo Moyano. Cristina Kirchner el viernes pasado pidió a sus funcionarios que evitaran hablar públicamente sobre el tema. Puertas adentro el gabinete quedó divido entre los que bregan por sostener la sociedad política con los sindicatos y el ala considerada progresista que rodea a Cristina. Integran este grupo el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini y los jóvenes kirchneristas que en el último tramo de la gestión de CFK desembarcaron en el Gobierno. Tal es el caso del flamante secretario de Justicia, Julián Alvarez, un abogado de 29 años vinculado a la Cámpora. Sobre él recayeron las miradas de desconfianza de los sindicalistas que creen que el juez Norberto Oyarbide estuvo influenciado por el Gobierno cuando detuvo a Venegas.
Lo sienten varios intendentes del conurbano, que se mostraron preocupados por el avance político de este sector del gobierno. Los jefes comunales están molestos porque lo de Venegas se suma a la intención K de impulsar las listas colectoras en la provincia. Ambos temas formarán parte de la reunión del Consejo provincial que Moyano encabezará el viernes y que promete ser de alto voltaje.
La certeza que tienen en la CGT, y con la que coincidieron en el PJ bonaerense, es que se trata de una “pelea ideológica” desatada por el sector progresista que rodea a CFK. “Esto con Néstor no pasaba”, dijeron en la central obrera y rescataron la figura de los ministros Julio De Vido, Amado Boudou y Carlos Tomada, que son los canales formales con el Ejecutivo.
En la Casa Rosada otro sector aseguró que no se trata de un enfrentamiento con la CGT, y consideran a Moyano un aliado estratégico. Más allá del clima de malestar, la decisión de emitir un comunicado repudiando la detención de Venegas dividió a la conducción de la CGT. Durante la reunión que tuvieron el viernes, Moyano estaba en duda hasta que lo convencieron José Luis Lingeri, Antonio Caló y Omar Viviani. Los que no lograron frenar la emisión del documento fueron Juan Carlos Schmid y Julio Piumato, quien dialoga con el nuevo secretario de Justicia.
FUENTE: EL CRONISTA