HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

lunes, 24 de enero de 2011

CAROLA 
PESSINO

"La pobreza bajó 10 puntos por los programas sociales"

• Lo dice economista Carola Pessino.
• Ayudó también moratoria

La economista Carola Pessino asegura que «los programas sociales, incluyendo el de asignación universal a la niñez y la moratoria previsional en 2009, redujeron la pobreza en alrededor de 10 puntos porcentuales y mejoraron la distribución del ingreso». Aun así, la docente de la Universidad Torcuato Di Tella señaló que esta caída, por depender de subsidios, no es duradera. En diálogo con este diario, la ex secretaria de Equidad Fiscal y asesora del Ministerio de Economía, dijo además que «los aumentos de remuneraciones que no se deben a mejoras en la productividad tienden a sesgar los salarios relativos en contra del sector informal y de sectores técnicos más calificados o ejecutivos», en referencia a los últimos reclamos de incremento salarial de hasta un 35%.

Explicó también que los inversores extranjeros «ven que la Argentina tiene grandes posibilidades dada la alta demanda internacional por nuestros productos, pero que no se está aprovechando para tener mayor crecimiento potencial a través de inversión genuina, tanto en capital físico como humano».

Periodista: ¿Cree que en el país hay un avance en la distribución de la riqueza?

Carola Pessino: Depende de cómo se lo evalúe. Los programas sociales en su conjunto, incluyendo el de asignación universal a la niñez y la moratoria previsional en 2009, redujeron la pobreza en alrededor de 10 puntos porcentuales y mejoraron la distribución del ingreso. Las transferencias por programas sociales desde 2006 fueron cubriendo más hogares y aumentando en monto, lo cual ha mejorado la distribución del ingreso y reducido la pobreza postransferencias. Medida por el estándar internacional de 4 dólares diarios, la pobreza en la Argentina disminuye del 25% al 15% después de esas transferencias.

P.: ¿Es un cambio estructural?

C.P.: Si bien algunas transferencias tienen condicionamientos (como las de vacunación o la asistencia escolar), no existen estudios que muestren que ayude a aumentar el capital humano entre los pobres, y con ello a reducir la pobreza estructural de largo plazo. Esta reducción de la pobreza que se viene dando es dependiente de las transferencias y, por ende, no es duradera. La pobreza pretransferencias ha disminuido después del pico histórico de 2001-2002, pero solamente hasta 2006. A partir de ese año tendió a aumentar, principalmente por el incremento de la inflación y por el débil aumento en los ingresos de los trabajadores en el sector informal.

P.: ¿Cómo cree que estarán en 2011 estos índices?

C.P.: Si los factores externos no varían demasiado, si la inflación continúa subiendo y las transferencias se actualizan con ésta, la pobreza no variará demasiado. Los índices de pobreza disminuyen por varias razones. Si hay factores externos positivos, como el aumento en el precio de la soja o la mayor apreciación del real en Brasil, que impactan sobre el aumento de las exportaciones, luego se trasladan a aumentos del PBI e inciden favorablemente en el ingreso y con ello los índices de pobreza. También, con el aumento y la continuidad de las transferencias oficiales. Por último, la pobreza disminuye con una eventual reducción de los índices de inflación.

P.: Entonces, ¿no cree que es posible reducir los planes sociales que hoy existen o reconvertirlos para que sean más eficientes?

C.P.: Con los actuales niveles de pobreza, no hay que reducir los planes sociales, sino hacerlos más eficientes y aumentar la proporción de programas destinados a mejorar las posibilidades genuinas y la formación de los niños pobres y excluidos. Para eso hay que mejorar la inclusión, ya que hay una gran cantidad de hogares pobres que por diferentes razones no reciben ayuda social y, al mismo tiempo, hay un «derrame» de estos planes hacia los no pobres que en algunos casos llega al 50%. En su momento, diseñé y puse en funcionamiento un sistema para poder lograr la inclusión de todos los pobres en los programas sociales y la exclusión de los no pobres, con lo que se mejora la asignación del gasto y se evita la corrupción.

P.: ¿Qué espera en materia laboral este año dados los reclamos salariales de hasta un 35%?

C.P.: Pueden reavivar la espiral inflacionaria. Los aumentos que no se deben a mejoras en la productividad tienden a sesgar los salarios relativos en contra del sector informal y de sectores técnicos más calificados o ejecutivos.

P.: ¿Cree que por ser un año electoral, aumentará este año el gasto público aún más de lo que ya se prevé?

C.P.: Aunque no sólo en la Argentina, el gasto público tiende a aumentar en un año electoral. Más aún en una administración que se ha basado en el alza del gasto y de los impuestos o exacciones para poder aumentarlos. Con la bonanza internacional de los precios de los commodities, los ingresos públicos crecen rápidamente, y ello facilita este accionar. De todas maneras, cuesta creer que seguirá aumentando también el gasto público como porcentaje del PBI, que ha subido en la última década más de 10 puntos porcentuales (de un 30 a más del 40%).

P.: En materia tributaria, ¿cree que este año debería darse algún cambio para mejorar los ingresos del Estado?

C.P.: Debería empezar a mirarse el desarrollo del país en el largo plazo, sus reformas pendientes, y tratar de que se adecue al favorable contexto internacional (o boom del precio de los commodities), que funcione como un país cercano al desarrollo alto que está teniendo, y no basado en un sistema fiscal con altos impuestos distorsivos, inflación, falta de federalismo fiscal, subsidios al sector industrial y transporte, que alientan la desinversión en infraestructura a la vez que crea carencia de confiabilidad en las instituciones. En otras palabras, faltan todas las reformas estructurales.

P.: Por su relación con analistas del exterior, ¿cómo es la imagen argentina en el exterior?

C.P.: La mayoría ve que tiene grandes posibilidades dada la alta demanda internacional por nuestros productos, pero que no se está aprovechando para tener mayor crecimiento potencial a través de inversión genuina, tanto en capital físico como humano. Está teniendo altas tasas de crecimiento basadas en aumentos en los ingresos y en la demanda, pero con poco crecimiento en la oferta y en el stock de capital (la inversión internacional fluye a otros países del área dados los problemas estructurales que tiene la Argentina).

FUENTE:ÁMBITO FINANCIERO

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