NO ES LÍCITO ACRECENTAR UNA VIOLACIÓN CON OTRA VIOLACIÓN.
Buenos Aires, 23 Feb. 10 (AICA)
“No es lícito acrecentar una violación con otra violación más, un acto de abuso con otro más hacia el niño ya concebido, cuya vida se apoya en un derecho inalienable, el derecho a la vida”.
Asimismo, “un acto quirúrgico como el aborto, no solo pone en peligro la vida de la que ya es madre, desde el momento de la concepción, deseado o no el embarazo, sino que se cometería un homicidio atenuado, que mataría a un inocente, el niño por nacer, quien no es culpable de nada en este vandálico hecho”. Asi lo expresa un comunicado de FAMPAZ, Familias del Mundo Unidas por la Paz, ante la situación sucedida en Comodoro Rivadavia, en que la madre de una menor de quince años requirió a la justicia que se autorice el aborto de su hija que habría sido violada.
El texto, firmado por Olga Muñoz, presidenta de FAMPAZ, aclara que esa entidad acompaña “a la madre de la joven en su dolor, ya que es muy triste encontrarse ante un vacío legal que no prevé castigar ejemplarmente en un acto de violación, al verdadero culpable”. Y considera que “la Justicia debe actuar contra el violador, para que estos hechos tremendos dejen de asolar a nuestro país y a nuestras jóvenes” y “para que no ocurra ‘nunca más una violación’ a los derechos humanos de las mujeres”.
Asimismo, llama a las autoridades a tomar conciencia “del grado de inseguridad e indefensión en que nos hallamos los ciudadanos argentinos” y subraya la necesidad de que se “tomen las medidas que correspondan en el caso, no exterminando discriminatoriamente a inocentes que no pueden defenderse, sino castigando con el mayor rigor al verdadero culpable, o sea al violador”.
“¿Qué ejemplo deja la justicia si, como dice en la carátula, según los medios de comunicación, la violación es producida por el concubino de la madre? ¿Cuánto tardaría en violarla nuevamente?”, prosigue el texto para manifestar: “Es necesario que se haga Justicia de Verdad”.
Asimismo, FAMPAZ pide que “apoyen a la madre de la víctima y a la madre adolescente, psicológica y materialmente, hasta que nazca el bebé que lleva con vida en su vientre”.