HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

domingo, 3 de enero de 2010

AHORA VAN POR YEMEN

Yemen podría convertirse en el próximo país de la guerra, según funcionarios de E.U.

La preocupación por la actividad de islamistas no es nueva, pero el fallido atentado de Navidad hace pensar que si Irak es la guerra del pasado, y Afganistán la de hoy, la del futuro podría ser allí.

Por algunas horas, las que siguieron al intento contra un avión de NorthWest Airlines que se aproximaba a Detroit el pasado 25 de diciembre, las autoridades, quizás para tranquilizar al público, lo describieron como un evento "serio pero aislado". En cualquier caso, nada parecido al terrible 11 de septiembre del 2001. Pero con el paso de los días es otra la verdad que ha comenzado a emerger. Una que involucra una sofisticada red terrorista en al menos cuatro países, y un alto grado de planificación. De hecho, esas mismas autoridades creen hoy que la intentona fue, de lejos, la más seria amenaza contra la seguridad del país en casi 10 años. Y prueba, además, de cómo la red terrorista Al Qaeda, diezmada en Afganistán como consecuencia de la guerra, ha ido echando raíces en otros países. Particularmente en Yemen, donde se presume fue planeado el atentado, y que emerge como un nuevo bastión del terrorismo. Quien lo describió mejor fue el senador y ex candidato a la vicepresidencia Joe Liberman, que hace poco regresó de un viaje a Sana'a, la capital de este país en la península arábiga. "Funcionarios de nuestra embajada allá fueron claros. Si Irak fue la guerra del pasado, y Afganistán la de hoy, Yemen, si no actuamos ya, será la guerra de mañana", dijo Liberman, que es presidente de la Comisión para la Seguridad Interna en el Congreso.

'Campo de batalla clave'

En una audiencia reciente, también en el Congreso, el propio director del Centro Nacional contra el Terrorismo, Mike Leiter, había descrito a Yemen como un "campo de batalla clave" y, potencialmente, "una base regional para las operaciones de Al Qaeda, desde donde se pueden planear ataques y entrenar a militantes". Por eso lo del pasado 25 de diciembre lo demuestra con creces: Umar Faruk Abdulmutallab, el responsable, estuvo entre agosto y diciembre viviendo en Yemen donde entrenó con células de Al Qaeda y obtuvo la bomba que intentó detonar en el avión. Sin embargo, las preocupaciones por Yemen no son nuevas. Aún antes del 11-S, la actividad terrorista y antiestadounidense en este país ya era latente. En octubre del 2000, un grupo asociado a Al Qaeda atacó un barco de la armada de E.U. el US Cole, dejando 17 muertos y decenas de heridos. Las autoridades creen, además, que fue de Yemen donde el grupo obtuvo las armas y explosivos que uso para atentar contra el consulado de E.U. en Jeddah, Arabia Saudí, en el 2004, y resaltan cómo la embajada en la capital, Sana'a, ha sido atacada en cuatro ocasiones a lo largo de la última década. Pero en los últimos años la actividad ha venido en aumento. Los golpes que ha recibido el grupo tanto en Afganistán como Pakistán los ha forzado a buscar nuevos espacios donde operar. Yemen, al igual que Somalia en África, han surgido como candidatos ideales. En el primer caso, se trata del país más pobre del mundo árabe que de por sí está partido en dos conflictos. En el norte enfrenta a rebeldes chiíes mientras en el sur hay fuertes sentimientos separatistas. De un año para acá, grupos terroristas que ya operaban en Yemen y Arabia Saudí, unieron fuerzas para crear una nueva organización, Al Qaeda en la Península Arábiga, que hoy se atribuye el atentado de la pasada Navidad.

Líder terrorista fue prisionero en Guantánamo

Un dato irónico en todo este episodio es que el presunto líder de Al Qaeda en la península, Said al-Shihri, fue prisionero en Guantánamo (Cuba) durante seis años tras su captura en Pakistán en el 2001 por nexos con Al Qaeda. En noviembre del 2007 E.U. lo entregó a autoridades saudíes que, luego de someterlo a un breve programa de rehabilitación, decidió liberarlo. A los pocos meses, cruzó la frontera hacia Yemen y se reintegró al grupo. Tanto E.U. como Arabia Saudí llevan años respaldando a las autoridades de este país en la lucha contra el terrorismo. De acuerdo con el presupuesto del 2009, Washington invirtió unos 67 millones de dólares en recursos en inteligencia. Pero se cree que es mucho más, pues los esfuerzos incluirán operaciones encubiertas de la CIA y Fuerzas Especiales. De hecho, y de acuerdo con la versión de Al Qaeda en la Península Arábiga, el atentado contra el avión de NorthWest fue en represalia por un bombardeo estadounidense contra uno de sus campamentos en Yemen hace dos semanas en el que habrían muerto al menos 30 militantes. En todo caso, el pronóstico es que E.U. dedicará ahora más recursos tratando de neutralizar esta nueva amenaza antes de que se salga de control. Pero la paciencia en Washington es corta y hay muchos que critican la falta de compromiso del gobierno en Sana'a. "Llevamos casi una década dándoles recursos y la gente ya está cansada. Es hora de tomar una postura más clara y firme con Yemen. O solucionan el problema terrorista que tienen dentro de sus fronteras o dejen que la comunidad internacional lo haga por ustedes. Ya se acabó el tiempo para la diplomacia cortés", dice Frances Fragos, ex jefe antiterrorista entre 2004 y 2008 del Consejo para la Seguridad Interna. ¿Un tercer frente de guerra? Probablemente no mientras no se materialice un atentado como el que casi sucede el 25 de diciembre. Pero lo suficientemente serio como para estar a las puertas de una intervención mayor.
SERGIO GÓMEZ MASERI
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO - CANADÁ

WASHINGTON

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