En medio de los reclamos de los trabajadores del subte y de Kraft que buscan independizarse de los sindicatos que responder a la CGT, el líder de la UOM y número dos de Moyano, Juan Belén, le dejó claro al kirchnerismo el objetivo del acto del 20 de noviembre. Y aclaró: “Nosotros estamos permanentemente respaldando las políticas del gobierno". Contundente y con un mensaje directo al Gobierno, el líder de la UOM y segundo de la CGT, Juan Belén, amenazó a la gestión kirchnerista.
“Vamos a manifestarnos en defensa del modelo sindical”, dijo al explicar el acto que la central obrera prepara para el 20 de noviembre en Plaza de Mayo. No es casual su frase. La pronuncia en momentos en que los trabajadores de distintas actividades presionan con paros y marchas para que el Ministerio de Trabajo les otorgue la inscripción sindical y personería gremial para crear su propia organización separada de la que ya existe bajo el ala de la CGT. Este es el caso de los delegados del subte que complicaron el tránsito en la Ciudad de Buenos Aires esta semana, parecido fue el de los operarios del Puerto de Buenos Aires que paralizaron durante 10 días las entradas y salidas de los barcos, o el de los delegados de Kraft que no pertenecen al sindicato de la Alimentación de Rodolfo Daer y desde hace meses reclaman la reincorporación de todos los trabajadores despedidos y es el histórico reclamo de la CTA de Hugo Yasky. El acto de la CGT se organizó como respuesta a la múltiples marchas y como muestra de apoyo al Gobierno que insiste en que hay un “plan de desestabilización institucional” desde distintos sectores. “Nosotros estamos permanentemente respaldando las políticas del gobierno", sostuvo el metalúrgico. "La nuestra no deja de ser una manifestación a todos los poderes, a todos. No jodan, che, con eso", dijo, según el diario Clarín, en un diálogo con Radio Cooperativa. "Dejaron sin efecto el artículo 41 de la ley de asociación profesional por anticonstitucional para elegir delegado. ¿Cómo es esto? Para ser delegado hay que ser afiliado, así funciona", añadió. En un histórico fallo, la Corte Suprema de Justicia había determinando en noviembre del año pasado poner límites al monopolio sindical, al resolver que cualquier trabajador podía ser delegado aunque no esté afiliado al sindicato. Desde entonces, empezaron a emerger numerosos casos de trabajadores pidiendo por su reconocimiento gremial por fuera de los sindicalismos enrolado en la CGT. El Gobierno se encuentra en estos momentos entre la espada y la pared. O concede los reclamos de los trabajadores que los corre por izquierda y piden su independencia de la CGT y enfurecen a los dirigentes de la central obrera, el último bastión que le queda al poder del kirchnerismo, o no responde a los reclamos y continúan los conflictos que, como se vio tanto con los delegados del subte como con los empleados de Kraft, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, no logra resolver.FUENTE.lapoliticaonline
