PRAGA, domingo, 28 de septiembre de 2009 (ZENIT.org).-Benedicto XVI encomendó este sábado a todas las familias y a todos los niños del mundo al Niño Jesús de Praga, alentando a contemplar la ternura y la belleza de la infancia, que nos hace percibir la cercanía del amor de Dios. El pontífice quiso que su primera visita durante su peregrinación por la capital fuera la iglesia de Santa María de la Victoria, donde se venera la imagen del Niño Jesús, conocida en todo el mundo como el "Niño de Praga". Tras ser acogido por familias con niños, el Papa señaló la importancia de la familia para la sociedad humana en la República Checa y en todo el mundo. "Pesemos especialmente en las familias jóvenes, que deben cumplir tantos esfuerzos para dar a los hijos seguridad y un porvenir digno. Oremos por las familias en dificultad, probadas por la enfermedad y el dolor, por las que están en crisis, desunidas o laceradas por la discordia y la infidelidad".
El encuentro había comenzado con la oración de Benedicto XVI al Niño Jesús de Praga, que ahora publicamos.
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Señor Jesús, te vemos niño y creemos que eres el Hijo de Dios, hecho hombre por obra del Espíritu Santo en el vientre de la Virgen María.
Como en Belén, también nosotros con María, José, los Ángeles y los pastores te adoramos y te reconocemos nuestro único Salvador.
Te hiciste pobre para hacernos ricos con tu pobreza:
Concédenos que nunca olvidemos a los pobres y a todos aquellos que sufren.
Protege nuestras familias.
Bendice a todos los niños del mundo, haz que reine siempre entre nosotros el amor que Tú nos has brindado y que hace la vida más feliz.
Dona a todos, oh Jesús, reconocer la verdad de tu Natividad para que todos sepan que has venido a traer a la entera familia humana la luz, la alegría y la paz.
Tú eres Dios y vives y reinas con Dios Padre, en la unidad del Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos. Amén