¿NO SERÁ, AHORA, OTRA LA OLIGARQUÍA?

Documento Final de la XX Reunión Anual de Directores Zonales y Delegados de la Sociedad Rural Argentina

Reafirmamos que, en las actuales circunstancias institucionales y económicas del país, el campo no puede producir. La falta de previsibilidad y las políticas erradas han generado una crisis terminal en el interior agropecuario que, lamentablemente, traslada sus efectos a todos los pueblos y ciudades del país. Esto se ve agravado, además, por la prolongada e inusual sequía que afecta a las regiones agrícola-ganaderas, causando pérdidas que ya son irreparables.

Cuando los gobiernos se apropian de los legítimos recursos de los productores, estos quedan desguarnecidos frente a las situaciones desfavorables, sean climáticas o de mercado. En cambio, con condiciones adecuadas, las buenas cosechas, la producción ganadera y las economías regionales pueden volver a convertirse en la base del desarrollo económico nacional y del progreso de todos los habitantes. Pero para eso debe repararse el daño causado.

Las próximas elecciones de junio constituyen una ocasión excepcional, en este sentido, para que este Gobierno rectifique su rumbo dentro de su período constitucional. Por ello, acompañamos la participación activa de la dirigencia, y ayudaremos a los representantes de nuestro sector en los partidos políticos que defiendan nuestros principios. Instamos, asimismo, a los socios y delegados de la Sociedad Rural Argentina a ofrecerse como fiscales para lograr la transparencia de los próximos comicios.

El sistema perverso hoy implantado fomenta la pobreza, no sólo económica, sino la peor de todas: la de espíritu, la de la indignidad del subsidio en lugar del trabajo digno. Y fomenta, también, el desarraigo y la emigración hacia las grandes ciudades, para incrementar la dadiva y el clientelismo político.

Hoy tenemos una obligación moral con nosotros mismos, con nuestros hijos y, sobre todo, con nuestra Patria, inmersa en este camino que conduce al abismo pero que, sin embargo, puede rectificarse con decencia, honestidad y trabajo. Necesitamos volver al diálogo sincero, a la búsqueda de consensos, a excelencia en la educación, destinando mayores recursos a ella, principal herramienta para la erradicación de la sumisión y de la esclavitud. Necesitamos el fortalecimiento de las instituciones y el pleno ejercicio de la propiedad privada.

Respaldamos con todas nuestras fuerzas la firme continuidad de la unión de las cuatro entidades del campo y la gestión de todos sus dirigentes, que, con coraje y valentía, siguen brindándose en pos de un bien común. Y les pedimos un esfuerzo más, propugnando el consenso legislativo de las grandes ideas madre, que posibilitarán la recuperación de la República y del Federalismo.

Potrero de los Funes, San Luis, 8 de mayo de 2009