VENTA LIBRE

Todo parece indicar que se viene la despenalización de la tenencia de drogas prohibidas para consumo personal. Es decir que no va a estar más prohibido poder comprarla, tenerla y portarla. Como se determinan las cantidades, esa es una zona gris que favorece ampliamente el menudeo. Una verdadera legislación con salida laboral. Todo un auge promovido por el propio gobierno para la comercialización a cielo abierto. A partir de ese momento, la droga, cualquiera sea esta, va a tener venta libre. La Corte Suprema avanza en esa dirección con el auspicio y beneplácito de Néstor Kirchner. La excusa es en el tono de un supuesto derecho individual de las personas. Los famosos derechos humanos, que en algunos casos, como es evidente, es un camino “libre” hacia la esclavitud. El derecho que toda persona tiene de poder ser esclavo. Nunca el lobby del tráfico de drogas estuvo tan favorecido como ahora. La única voz de peso, con muy mala prensa, que se alza constantemente contra este proyecto, es la Iglesia Católica. Saben muy bien ellos de que se trata por su presencia territorial extendida por toda la geografía nacional, y sobretodo en los cada vez más poblados barrios carenciados. La Pastoral de la Juventud conoce perfectamente el avance de las adicciones entre los jóvenes y estando prohibida, imaginemos el escenario con una tácita y de hecho no perseguida venta libre. La Iglesia conoce íntimamente toda la secuencia de la adicción, porque la trata y tiene políticas de rescate de las víctimas. Hay una porción del clero, creemos que minoritaria, que va a quedar pegada por cuestiones ideológicas al proyecto. Un dato no menor y que obedece a los mismos parámetros, es el apoyo “crítico” de la conductora de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, a la despenalización propuesta por el gobierno del matrimonio patagónico.