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Por Marcos Novaro*/La Nación.- El esclarecimiento de los hechos ayudará a dejar atrás la manipulación política de la tragedia. En el caso Maldonado se abre el camino a la verdad y, por lo tanto, los que llevan las de perder son los que más abusaron de la mentira tratando de sacar provecho de la tragedia.
Para el Gobierno es claro que el peor escenario era la continuidad de la incertidumbre, que Maldonado siguiera desaparecido, porque eso abonaba las sospechas, si no de su complicidad, al menos sí de su ineficacia y su torpeza.
Ahora la peor alternativa es que, como dicen los voceros de la comunidad mapuche, uno o varios gendarmes involucrados en la muerte del joven hayan hecho aparecer su cuerpo para simular que se ahogó. Aun en ese caso ya no se trataría de una desaparición forzada y habría quedado demostrado que el Poder Judicial y las fuerzas de seguridad, aunque tarde y bastante mal, trabajaron para esclarecer el hecho y están en condiciones de castigar a los culpables. El Estado de Derecho en la Argentina no saldría tan mal parado, y el Gobierno tampoco.
Claro que en el medio se metió Carrió y empeoró la posición del oficialismo con sus penosas declaraciones sobre la posibilidad de que Maldonado estuviera en Chile, una especulación irresponsable que tal vez se le escapó, pero ahora requiere más que una disculpa.
Como sea, los problemas se acrecientan del lado del kirchnerismo, que, inversamente al Gobierno, de estirarse la incertidumbre no tenía más que insistir en sus planteos sobre desaparición forzada y amenaza a las libertades. Y bien lo venía haciendo sobre todo en el plano externo, con la solidaridad de organismos internacionales, intelectuales y hasta académicos que creyeron ver en el caso, sin mucha evidencia que lo justificara ni mucha constatación de fuentes que compensara esa falta, que la Argentina corría el riesgo de volver a lo peor de su pasado (en la opinión pública local, como muestran las encuestas, no prendió demasiado esta idea, salvo entre los que ya por otros motivos detestan al oficialismo).