HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

miércoles, 14 de diciembre de 2016

MACRI CONTRAGOLPEÓ Y RECUPERA CHANCES UN PROYECTO ALTERNATIVO PARA GANANCIAS.


     Por Sebastian Albornos-Fernando Gutierrez/iProfesional.- La estrategia macrista de anunciar que no vetaría una eventual ley impulsada por la oposición dio el resultado esperado. Con una fuerte presión de los gobernadores, el texto quedó sin dictamen. Ahora el peronismo le pide una "mesa multisectorial" para analizar cambios. Como un boxeador groggy que apuesta todo a un golpe salvador. Así actuó el Gobierno cuando parecía que tenía todo perdido en el debate por el Impuesto a las Ganancias y que se enfrentaba a su peor crisis política. Para alivio del Ejecutivo, finalmente el proyecto opositor naufragó en la comisión del Senado ya que no consiguió dictamen. Todo indica que, de ahora en más, se buscará un nuevo texto negociado. Pero, en el peor de los casos, el Gobierno habrá conseguido tiempo y oxígeno político. Y si se da su hipótesis de máxima, lograría bastante más que ganar una pulseada en el Congreso: tendrá una victoria cultural por haber frenado un proyecto que podía implicar una bomba fiscal.
Paradojas de la Argentina: las mejores armas que utilizó Macri fueron suministradas por el propio kirchnerismo. Primero, por la "fe de erratas" que introdujo al texto Axel Kicillof, que dejó al descubierto la improvisación en la redacción y la subestimación del costo fiscal del proyecto. Pero, sobre todo, porque el gran argumento macrista es -palabras más, palabras menos- el mismo que planteara Cristina Kirchner en la fase final de su mandato. Ante cada manifestación para reformar el gravamen, CFK afirmaba que quienes reclamaban eran unos egoístas, porque no tenían en cuenta que gracias a Ganancias se podían financiar los planes de asistencia social. Y además unos irresponsables, porque los cambios que se pedían implicaban un enorme sacrificio fiscal. Por cierto, este viene siendo el mismo discurso que ha enarbolado el macrismo en el poder. 


 Desde la advertencia de Alberto Abad sobre los $132.000 millones que costaría la nueva ley hasta la convocatoria urgente a los gobernadores, todo se orientó a exponer de manera dramática hasta qué punto las finanzas del Estado han llegado a depender de este impuesto. Ya en el terreno de la estrategia política, el gran golpe de Macri fue el anuncio de que no habría veto en caso de aprobarse la ley. Entendió que esa misma arma que antes lo había favorecido (cuando se aprobó la "ley antidespidos" y él luego la frenó), ahora se le iba a volver en contra. A fin de cuentas, el estímulo que llevó a buena parte de la oposición -gobernadores incluidos- a apoyar un proyecto "simpático", era que iban a quedar bien parados ante la sociedad sin pagar el costo fiscal, ya que luego sobrevendría el veto de Macri. El cambio de estrategia del jefe de Estado -en el sentido de que él no iba a ser quien frene la iniciativa y absorba todo ese costo político- fue lo que finalmente cambió el curso del debate. 

 Los errores de la oposición ayudaron a Macri 

Los mandatarios provinciales que expusieron ante la comisión de Presupuesto del Senado coincidieron en algo: si se aprueba el proyecto opositor, se tornará imposible pagar sueldos, encarar obras de infraestructura y generar empleo genuino, todo a la vez. Por ese motivo, el bloque de senadores del FpV-PJ (que tiene 40 de los 72 miembros de la cámara) le propuso al Gobierno que convoque a una "mesa nacional". El objetivo de ese encuentro sería el de discutir la reforma en Ganancias junto con las distintas fuerzas políticas, gobernadores y organizaciones sindicales. La oferta se la hicieron al ministro de Interior, Rogelio Frigerio, en una reunión a puertas cerradas en el despacho del jefe del bloque, Miguel Pichetto, de la que también participó el presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó. Si bien parecía que los legisladores opositores estaban decididos a firmar el dictamen favorable (e ir por la sanción en la sesión prevista para el miércoles), la decisión finalmente se freezó por pedido expreso de los mandatarios provinciales. Excepto el chubutense Mario Das Neves, todos los que se presentaron ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado alertaron sobre el impacto fiscal que provocaría en sus provincias la implementación de la iniciativa aprobada en Diputados. Además, los senadores plantearon la posibilidad de hacerle cambios al proyecto que fuera aprobado en la Cámara baja. Esto, luego del informe que brindara el titular de la AFIP, Alberto Abad, al comienzo de la reunión. Así las cosas, si se introduce cualquier modificación, el texto tendrá que volver a Diputados, que lo trataría justo al cierre del año, en una sesión que podría llevarse a cabo el 28 de diciembre. 

 El número uno de la AFIP explicitó que: 

 - El costo fiscal bruto del proyecto macrista para reformar el impuesto a las Ganancias, es de "$49.550 millones" 

 - En cambio, el del aprobado por Diputados se eleva "$132.541 millones" 

 - Esta última cifra representa $60.000 millones más de la estipulada en el Presupuesto del año próximo. También tuvo gran incidencia el pedido de "fe de erratas" por parte de Axel Kicillof, de acuerdo con los legisladores consultados por iProfesional. El diputado kirchnerista se percató de un grosero error de cálculo que fue incluido en la iniciativa opositora por el que se subestimó el verdadero impacto en las cajas de las provincias. Concretamente, su "fe de erratas" modifica la fórmula de deducciones del impuesto, lo que hace que se eleve el costo fiscal de la versión original aprobada la semana pasada. Esta corrección cambia la fórmula de deducciones progresivas (conocida como Tablita de Machinea) para el tramo de trabajadores con salarios netos de entre $55.000 y $95.000 mensuales. Entonces, al incrementarse el costo de las deducciones, se potencia la baja de la recaudación, tanto para Nación como para las provincias. 

 De todas maneras, habrá que esperar la reacción del Gobierno, porque el peronismo se comprometió a plantear alternativas siempre y cuando el macrismo baje el nivel de críticas y deje de "echarle culpas" a la oposición y a los gobernadores. Por ahora, son pocas las esperanzas que tienen los senadores peronistas de que se genere un mejor clima. En este sentido, Pichetto consideró que la conferencia de prensa que brindó el jefe de Gabinete, Marcos Peña, "no fue alentadora" y señaló que ningún acuerdo será posible "en un marco de agravios". Peña había tildado al proyecto de "mentiroso". "Son cifras groseras, porque el trabajo está hecho de manera tan poco seria que parecería que lo hicieron solamente para que lo vetemos", remarcó. Además, sostuvo que la iniciativa "tiene un costo fiscal monumental" y precisó que, según "la postura más optimista, deja un agujero de $60.000 millones". Según confiaron fuentes a iProfesional, los cambios que propondrá el Gobierno serán "mínimos" en relación con su proyecto presentado hace poco más de 20 días en el Congreso. 

Los gobernadores ahora apoyan a Macri 

- El primero en exponer fue el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey, quien se manifestó a favor de actualizar los mínimos no imponibles. No obstante, alertó que avanzar con el proyecto aprobado en Diputados "sería profundizar el desfinanciamiento de las arcas provinciales". 

 - Luego, la mandataria de Tierra del Fuego, Rosana Bertone, advirtió que "tendría que hacer malabares" en su provincia, en caso de que finalmente se apruebe la propuesta convalidada en Cámara baja. Además, pidió a los senadores que realicen modificaciones para no agrandar aún más los rojos fiscales de diferentes jurisdicciones. 

 - El único en pronunciarse a favor del proyecto opositor fue el gobernador de Chubut, Mario Das Neves, que ve con buenos ojos que se dé luz verde a la iniciativa que cuenta con media sanción. - También reclamó que le "hubiera gustado" que la propuesta oficial "sea un acuerdo" entre Nación y los gobernadores. "En diciembre, la AFIP recaudará $92 millones sólo de sueldos y aguinaldo en Ganancias, que podrían estar en el mercado interno", señaló. 

 - Por su parte, el mandatario de Neuquén, Omar Gutiérrez, consideró que esta ley "después de 10 años de no ser modificada" requiere de un "consenso". Pidió "esfuerzo, responsabilidad y compromiso para encontrar ese equilibrio". 

 - El gobernador rionegrino, Alberto Weretilneck, resaltó que la iniciativa presentada por la oposición "es una de las peores leyes que pudiera existir en la relación Nación-provincias y provincias-Nación". "Termina de llevar al quiebre y déficit a las provincias. Significa un golpe fortísimo en nuestras finanzas", añadió. 

 - A su turno, el gobernador Gerardo Morales, advirtió que Jujuy "tiene un déficit fiscal profundo" y que la propuesta aprobada en Diputados, de ser ley, agudizaría ese rojo en unos $1.000 millones. 

 - Por la Ciudad de Buenos Aires, el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, enfatizó que la iniciativa avalada es "irracional e irresponsable". "Es absolutamente regresivo y distorsiona los ingresos" del distrito porteño, generando un "impacto de más de $1.700 millones", afirmó. El hecho de que la propuesta impulsada por Sergio Massa y el Frente para la Victoria no haya logrado dictamen dio lugar a que en el Gobierno se respirara un nuevo aire. Los funcionarios saben que ahora cuentan con más tiempo para modificar el rumbo de una contienda que conducía a una dura derrota. "Esto es como el partido del domingo (River - Boca). Cuando faltan 20 minutos todavía se puede dar vuelta", transmitió Macri a su equipo. Aún no está todo dicho, pero al menos el oficialismo pudo recobrar el entusiasmo típico de un equipo que empata a poco del final y se ilusiona con lograr una victoria agónica. Por cierto, se trataría de un triunfo que le permitiría celebrar por partida doble. Por un lado, porque lo llevaría a recuperar fortaleza política. Por otro, porque dejaría debilitada una oposición que, por primera vez, se mostró unida para torcerle el brazo. Para un Gobierno que sueña con la palabra gobernabilidad y que tiene enfrente nada menos que al peronismo, dar vuelta este partido no sería poca cosa.

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