HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

jueves, 25 de febrero de 2016

SACÁNDOSE A LA CÁMPORA DE ENCIMA.

     Por Ricardo Roa, Del editor al lector/Clarín.- El congreso del PJ hizo lo esperado: tiró la pelota hacia adelante para cambiar autoridades y empezó a desprenderse del cristinismo y sobre todo de La Cámpora, repitiendo el ciclo de perdedores afuera. Cristina siguió en el Sur. Nadie se acordó de ella en el plenario de ayer en Obras Sanitarias: ni siquiera pronunciaron su nombre. Tampoco nadie de La Cámpora habló. Y había unos cuantos. Hablaron cristinistas con marca en el orillo como Parrilli, Recalde padre o los intendentes Mussi y Ferraresi. Tenían un objetivo: que el Congreso ordenara a los legisladores votar contra el levantamiento de la ley cerrojo que impide acordar con los fondos buitre. Fue una moción de orden, de esas que no se pueden dejar de votar. Perdieron. El argumento para rechazarla fue de Pichetto, jefe del bloque de senadores. La chicana, también. Palabras más, palabras menos, le dijo a Ferraresi, de Avellaneda: “No nos metemos con vos cuando contratás a Covelia para levantar la basura. No te metás con nosotros a decidir qué tenemos que votar en el Congreso”. Pichetto también habló de Cristina y de Zannini, sin nombrarlos. Dijo: “se acabaron los documentos que venían de arriba con las instrucciones de lo que teníamos que hacer”. Habló de lo que había pasado en el último congreso, cuando Zannini llegó de Olivos con un texto cerrado y ordenó: “esto es lo que hay que decir”. Aquella declaración definía a Cristina como “adalid de la lucha por la igualdad” y cargaba contra los “medios concentrados” y los “fiscales golpistas”. Fue hace un año. Parece un siglo: Zannini estuvo en Obras y no dijo una palabra y La Cámpora quedó como una fuerza marginal y excluida de la Junta Electoral.
Hubo otra moción de orden que tampoco fue aprobada. La presentó el gobernador Insfrán, que es como si la hubiera presentado el ex gobernador Gioja. Proponía modificar la Carta Orgánica para que el congreso y no los afiliados eligieran la nueva conducción. Dicho de otra manera, que se eligiera a Gioja. El PJ son hoy los gobernadores, los intendentes, los senadores y los diputados. Los que tienen poder y deben defender el poder que tienen. Es un mundo con dos polos. En uno proponen la unidad con el camporismo. En otro quieren lejos a La Cámpora y cerca al peronismo de Massa y De la Sota. Aprobaron un cronograma electoral pero si no hay una síntesis será difícil evitar la intervención judicial. Una cosa une a esos dos mundos y los diferencia del cristinismo: la necesidad de garantizar la gobernabilidad. Eso incluye su propia supervivencia.

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