Por Nicolás Wiñazki/Clarín.-
La Justicia cree que recibía apoyo del ente de control de armas para ingresar al país la droga como si fuera pólvora.
El martes 24 de junio a las 7:35 pm, Ibar Esteban Pérez Corradi, por entonces un financista y narcotraficante desconocido pero exitoso, tenía la impunidad para negociar la compra de toneladas de efedrina vía mail, con vendedores ubicados a 18.900 kilómetros, en China. Desde una casilla de la droguería Masterfarm, que la Justicia le atribuyó como propia al hoy prófugo más buscado del país, le contó a una empresa oriental cuáles eran los secretos de sus negocios ilegales: "Hola, tengo una compañía farmacéutica de ventas en Argentina, Sudamérica. Estoy interesado en comprar Ephedrine HCI (por Efedrina) y Pseudoefedrina HCI 1000kg de cada una. ¿Puede decirme precio y método de entrega?".
Ese es el texto de un correo firmado por una persona llamada Jorge Ochoa, pero que la Justicia afirma que fue enviado por Pérez Corradi. Ochoa admitió haber sido empleado de Pérez Corradi, pero negó tener algo que ver con el tema drogas. Pérez Corradi mandó mails a varias compañías de medicamentos de China. Además de comprar esa sustancia, pedía que llegue al país escondida como "pólvora". Según él, eso le permitía "limpiar" los controles aduaneros. Para distintas fuentes judiciales, este narcotraficante lograba esa impunidad debido a sus contactos con el Registro Nacional de Armas (RENAR), donde trabajaba de forma informal su ex socio, el hoy preso Martín Lanatta.
El RENAR era manejado en el 2008 por Andrés Meiszner. Su asistente era Alejandro Giacristófaro. Ambos eran subordinados políticos del ex candidato a gobernador de Buenos Aires del PJ, Aníbal Fernández.
En uno de mails que Pérez Corradi recibió de una compañía de medicamentos de China, fechado el 25 de junio del 2008 a las 06:47 pm, decía esto: "Estimado señor, El precio es de 250 USD por kg si compra 1000 kg. El transporte desde el Reino Unido es por DHL, por favor háganos saber como le gustaría proceder. Saludos...".
Los mails de Pérez Corradi con sus "socios de China", a los que accedió Clarín, son parte de una de las investigaciones de la fiscalía en lo penal económico número 7, de María Gabriela Ruiz Morales, que analiza una de las tantas causas en las que Pérez Corradi está imputado por narcotráfico.
Los correos constan también en el expediente de la sentencia del Tribunal Oral en lo Criminal de Mercedes, que condenó a Pérez Corradi como el autor intelectual del Triple Crimen de General Rodríguez; y que determinó que los hermanos Martín y Cristian Lanatta, y Víctor y Marcelo Schiallaci fueron los ejecutores de tres narco-farmacéuticos que aparecieron muertos en 2008 en esa localidad bonaerense, Sebastián Forza (aportante de la campaña del 2007 de Critina Kirchner), Damián Ferrón y Leopoldo Bina.
Los mails de Pérez Corradi son indicios judicializados que muestran cómo hacía negocios gracias a contactos con el poder político K. El contenido de algunos de ellos fue revelado por los diarios Perfil y La Nación. Clarín reproduce el contenido de otros de esos textos.
A las 07:24 del 10 de julio del 2008, desde la casilla drogueriamf@gmail.com, Pérez Corradi pregunta lo siguiente, entre otras cosas: "Si pago cuando el material llega, puedo empezar el negocio ya mismo y comprar más de 2000 kg al mes", y agrega,: "Puede enviarme la efedrina hcl y el que tiene pólvora (sic)? Porque la pólvora necesita controles especiales aquí y los puedo limpiar fácilmente".
El 11 de julio le contestaron lo que esperaba: "... Podemos poner la opción de pólvora, no es problema", le dijeron. E incluso le ofrecieron otros narconegocios: "También tenemos mdma (un estupefaciente de diseño), hielo (sic) heroína, coca, puede ayudarnos a venderlos también?".
Este material informático fue secuestrado por la Policía Federal en una casa de los Pérez Corradi.
En China, el narco-financista podía comprar la efedrina a 130 dólares el kilo si adquiría de a una tonelada a la vez. En México, ese precursor químico está prohibido y su precio empezaba a negociarse en los 3.000 dólares el kilo.
El propio Martín Lanatta declaró ante la jueza del caso efedrina, María Romilda Servini de Cubría, que su "jefe" en una "red ilegal de tráfico de efedrina" era el ex jefe de Gabinete. El ex funcionario lo niega (ver aparte). En otro mail, un laboratorio chino apura a Pérez Corradi: "Sé que son reales compradores", le dijeron: "Podemos empezar nuestro negocio?".
Pasó.